Este domingo en el estadio de La Independencia en la ciudad de Tunja, Boyacá Chicó y Envigado FC se pusieron al día en partido de la fecha 3 de la Liga BetPlay 2024-II del fútbol profesional colombiano y en la primera parte del compromiso no faltaron las polémicas arbitrales.
En el minuto 36, en un ataque de los ajedrezados, tras un centro en el área, se presentó una acción en la que el defensor Carlos Ramírez tocó de manera leve el balón con su mano derecha.
De inmediato los jugadores locales protestaron y de igual manera desde el banquillo técnico también se escucharon gritos pidiendo la pena máxima. Sin embargo, el árbitro Andrés Rojas no decretó absolutamente nada.
De igual manera se le observó escuchando sus auriculares tras la llamada del VAR. Instantes después el que le reclamó también fue Eduardo Pimentel, máximo accionista del Boyacá Chicó. Ahí, el juez bogotano fue hasta la zona del banquillo técnico para hablar con el dirigente.
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El juego transcurrió en el primer tiempo de forma normal aunque con los reparos de los ‘ajedrezados’. Finalizada la etapa inicial, nuevamente a Pimentel se le vio hablándole a Andrés Rojas.