Colofón a la novela más larga del mercado de pases europeo. Todos los rumores fueron despejados y al fin de cuentas el artillero regresará al Calcio. De allí se fue hace un año para llegar al equipo culé, donde no revalidó el costó del millonario traspaso, cercano en su momento a los 45 millones de euros más el pase del delantero Samuel Eto'o al Inter de Milán, valorado en 20 millones.
Ahora, y por mucho menos de ese precio (24 millones de euros según detalles de la negociación), abandona en medio de polémicas y entredichos las ordenes de Pep Guardiola. Así lo han acordado este sábado, tras una reunión de más de cinco horas, el representante del Milan, el vicepresidente Adriano Galliani, y el presidente del Barça, Sandro Rosell, en las oficinas del club ibérico.
De esta forma, el Milan consigue del Barcelona no un traspaso directo, sino una cesión por un año en el que la entidad italiana se hará cargo de toda la ficha del jugador, con la obligación de comprar sus derechos por cuatro años el 1 de julio del 2011.
Por su parte, el Barcelona ha rehusado explicar a través de alguno de sus negociadores el contenido de la reunión y se ha limitado a publicar una nota en su sitio en Internet donde destaca el ahorro que representa para el club catalán la marcha de Ibrahimovic.
"Cuando se ejecute la opción de compra, el conjunto de la operación supondrá unos ahorros para el FC Barcelona de aproximadamente 60 millones de euros. La operación ha sido posible gracias a la colaboración del jugador y a la buena predisposición de su agente en el tramo final de la negociación", señala el contenido del comunicado.
El sueco atendió a los medios tras la reunión y continuó mostrando su sorpresa por los motivos de su marcha, supuestamente por un comportamiento punible que ha considerado Josep Guardiola. De hecho, ni Guardiola ni el jugador han desvelado de qué problema se trata.
Ibrahimovic, que se ha rebajado ligeramente el sueldo para fichar por el Milan (pasará de cobrar 9 millones de euros netos a 8), dijo que le sabía mal abandonar el Barcelona, pero fue duro nuevamente contra Guardiola, de quien dijo que parecía como si le tuviese miedo.
"Cuando entro en una habitación en la que está Guardiola, él sale fuera. No sé si es que me tiene miedo", señaló, y añadió con mayor contundencia: "Guardiola es el filósofo que ha roto mi sueño de estar en Barcelona".
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"Me voy pero no sé aún cuál ha sido el problema. Tal y como estaba la situación, estoy contento. El entrenador no me quería y yo no le haré perder más el tiempo. Me ha quitado la ilusión y ahora quiero recuperarla en otro equipo", añadió el jugador.
El futbolista, ya ariete del Milan, insistió en que para conocer los motivos de su adiós debe pronunciarse Guardiola porque garantizó: "Aún no sé cuál es el problema".
"Me voy con más motivación y con mucha más fuerza para hacerlo mejor. El fútbol cambia en 24 horas. Es el final que ha querido Guardiola", subrayó el jugador, que viajará este domingo a Milan para pasar la revisión médica.