Inter de Milán y Atlético de Madrid se citaron en el Giussepe Meazza para enfrentarse por los octavos de final de la Champions League. Sin embargo, un curioso asistente fue el que se llevó todas las miradas por encima de los miles de espectadores que se acercaron hasta el escenario deportivo a disfrutar del partido por el torneo continental.
El curioso personaje llegó sin hacer mucho escándalo, muy sosegado, acompañado de una mujer, pero lo que causó la atención fue su vestimenta, pues estaba completamente de negro y con una máscara que le tapaba por completo la cara, haciendo que el anonimato de la persona fuera la principal característica de las tomas que hizo la transmisión oficial del encuentro. Hasta en redes sociales se especuló quien podría ser el misterioso asistente.
Finalmente, se desveló que aquella persona era el controvertido rapero estadounidense Kanye West, quien publicó recientemente su nuevo álbum musical, siendo los aficionados 'ultras' del Inter de Milán quienes estarán en dos canciones del disco, razón por la cual estuvo presente en uno de sus encuentros.
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Con el motivo de terminar de anunciar su más reciente proyecto, el artista se acercó para poner en los oídos de todos el nombre de 'Vultures 1', el cual es el nombre del nuevo álbum del polifacético Kanye West junto su fiel amigo, el conocidísimo californiano Ty Dolla Sign. Es el primero de los tres volúmenes que irán saliendo a la luz en los próximos meses.
En dos de las canciones del álbum, en 'Carnival' y 'Stars', los 'ultras' interistas, conocidos como la 'Curva Nord Milano' o 'CN69', alzan la voz para ambientar la canción. Eso sí, en inglés.
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Y no es que el artista haya tomado prestados trozos de los cánticos durante los partidos, no; es que ha organizado todo para que cerca de 200 'ultras' grabaran con él en el estudio.
El hijo de Kanye, el verdadero culpable
Pues la respuesta es muy sencilla. Por culpa de su hijo Saint, el aficionado al fútbol de la familia West-Kardashian. Sin su pasión por el deporte rey nada de esto hubiera pasado. Richard Santoro, el manager y consejero personal del artista en Italia, fue la mano ejecutora que puso la maquinaria en marcha.
Por motivos de trabajo, West estuvo en Milán el pasado mes de octubre con su hijo Saint y acudió al partido entre el Génova y el Milan en el estadio Luigi Ferraris de Génova para contentar a su hijo, que quería ver fútbol italiano. Un partido que Saint seguro no olvidará porque el francés Olivier Giroud acabó como arquero, tras la expulsión de su compatriota Mike Maignan.
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Fue entonces cuando los rumores de un posible vínculo de Kanye West como futuro comprador del Génova, propiedad del fondo de inversión privado estadounidense '777 Partners', o como futuro accionista del Milán, propiedad de otro fondo estadounidense como 'RedBird Capital', comenzaron a desatarse. Nada más lejos de la realidad. A su hijo le gustaba el fútbol, pero fue él quien se enamoró del ambiente.
El resultado fue 0-1 con victoria milanista. Pero para West el resultado y el propio partido de fútbol fueron lo de menos. Quedó fascinado con el ambiente del estadio, con las bengalas, con los tambores, los tifos... con el concepto 'ultra', en definitiva.
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Una operación relámpago
Fue entonces cuando le pidió a Santoro, aficionado del Inter, que si podía organizar algo para incluir voces de aficiones en su disco. Dicho y hecho. El consejero londinense, aunque de origen italiano, tardó 48 horas en organizarlo.
Santoro habló con Federico Secondomè y ZLYAH, productor y cantante, respectivamente, y en una operación relámpago estaba todo hecho. Con 10 micrófonos, 2 de ellos situados estratégicamente para que se escuchara más a los 'ultras' con mejor inglés, se grabó todo.
En las redes sociales ya circulan vídeos de los integrantes de la 'Curva Nord' grabando los coros, que podrían volver a aparecer en los próximos volúmenes. Fútbol y música han ido muchas veces de la mano, aunque esta es, sin duda, una de las colaboraciones más inesperadas.
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