El próximo sábado 31 de mayo, el Allianz Arena de Múnich será el escenario donde se definirá al nuevo campeón de la UEFA Champions League. Inter de Milán y Paris Saint-Germain, dos potencias del fútbol europeo, se enfrentarán en una final que promete emociones tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Más allá del enfrentamiento deportivo, también se disputa un “partido económico” entre los dos clubes, especialmente si se analiza el valor de mercado de sus respectivas plantillas. Según datos del portal especializado Transfermarkt, el PSG lidera ampliamente en este aspecto, con una nómina valorada en 923 millones de euros. Este dato refleja no solo el poderío económico del club francés, sino también su capacidad para reunir figuras de primer nivel en todas las líneas.
PSG le gana el pulso a Inter de Milan
El jugador más valioso del PSG es el georgiano Khvicha Kvaratskhelia, quien ha tenido una temporada destacada y actualmente tiene un valor de mercado de 80 millones de euros. Le sigue el francés Ousmane Dembélé, valorado en 75 millones de euros, un atacante que ha sido clave en el esquema ofensivo del equipo dirigido por Luis Enrique.
Por su parte, el Inter de Milán, que llega a esta final tras eliminar al FC Barcelona, presenta una plantilla más modesta en cuanto a valor de mercado, aunque no menos competitiva. El conjunto italiano tiene una nómina tasada en 663 millones de euros, según la misma fuente. Su jugador más valioso es el delantero argentino Lautaro Martínez, cuyo valor asciende a 95 millones de euros, superando incluso a cualquier jugador del PSG en términos individuales.
Detrás de Lautaro, figuran nombres como Nicolò Barella y Alessandro Bastoni, ambos con un valor estimado de 80 millones de euros, lo que evidencia el equilibrio del plantel interista entre juventud, calidad y experiencia.
En definitiva, la final entre PSG e Inter no solo pondrá en juego la gloria europea, sino que también servirá como vitrina para algunos de los jugadores más valiosos del fútbol actual. El dinero no lo es todo, pero sin duda influye en la conformación de equipos capaces de llegar a la cúspide del fútbol continental. El sábado, en Múnich, se sabrá si el músculo financiero del PSG se impone o si el oficio y la solidez del Inter marcan la diferencia.