El nuevo seleccionador italiano de fútbol, Luciano Spalletti, aseguró este sábado en su presentación que siente "una emoción indescriptible" y que ha tomado la decisión "correcta", a pesar de la cláusula de 3,2 millones de euros de su club, el Nápoles, que en primera instancia le impedía firmar por otro equipo durante esta temporada.
"Nada me hará retroceder de la idea de haber tomado la dirección correcta", dijo Sapalletti, que añadió sobre la cláusula: "Hay cosas que tenemos que arreglar, donde los abogados están trabajando, espero que podamos llegar lo antes posible a la mejor solución para ambas partes" .
Spalletti ha firmado un contrato para los próximos tres años y ni él ni la Federación han abonado al club napolitano los 3, 2 millones de euros, después de que sus respectivos equipos legales no vieran problemas a la hora de enfrentarse a una posible demanda del club que preside Aurelio De Laurentiis, según los medios locales.
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Campeón de Liga con el Nápoles, Spalletti llega a la dirección de la selección tras la inesperada dimisión de Roberto Mancini a falta menos de un año para el inicio de la Eurocopa 2024.
"Gracias a la Federación por haberme dado este hermoso encargo", dijo durante su presentación oficial en el Centro Técnico Federal de Coverciano (Florencia, centro), al asegurar que se trata de "un sueño viene de lejos", cuando en 1970, con 11 años, le pidió a su madre "una bandera de Italia lo más grande posible para celebrar ese 4-3 contra Alemania".
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Spalletti explicó que se ha "sentido muy feliz desde la primera llamada telefónica del presidente" de la Federación, Grabiele Gravina, porque la italiana "no es una camiseta cualquiera, es una camiseta muy importante" y "los futbolistas deben estar contentos de usarla".
Sobre su antecesor, Mancini, dijo que hereda " una buena selección que ganó un Europeo, logró el récord de resultados útiles y lanzó a tantos jóvenes. Luego tenemos que borrar esa amargura por las dos exclusiones de la Copa del Mundo y no debemos pensar en formar parte de un fútbol menor".
Y también tuvo unas palabras de afecto para su antiguo equipo y afición: "Fue una experiencia maravillosa. Nápoles, el equipo y sus aficionados han sido algo abrumador, más de lo que uno puede esperar, y por supuesto un recuerdo hermoso".
Gravina, por su parte, dijo respecto a la dimisión de Mancini, que ahora es el nuevo seleccionador de Arabia Saudí que "en pocos días", tuvieron que afrontar "una crisis inesperada" y "una pizca de decepción es inútil ocultarla", pero que ya piensa en este nuevo capítulo con Saplletti, del que destacó su lado humano.
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"Luciano dedica toda su capacidad sentimental a todo lo que ama: sacrificio total a su familia, a las personas a las que está unido, a las que ama, a su tierra, al fútbol. Es increíble lo que pasó en pocos días, queríamos darle a la nacional un técnico de gran prestigio", dijo al revelar que la respuesta de Spalletti a su propuesta fue: "Usted haga sus evaluaciones, yo quiero entrenar a la selección italiana".
Sus primeros partidos al frente de Italia serán el 9 de septiembre contra Macedonia en Skopje y el 12 de septiembre en Milán contra Ucrania en partido de clasificación para la Eurocopa 2024.
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