El Manchester City, que afrontó el compromiso ante el Burnley, que inició la sesión en la penúltima plaza, con nueve victorias consecutivas, siete en la Premier, ganaba a la media hora por 2-0, con los tantos de David Silva y del brasileño Fernandinho.
En ese momento los ‘citizens' estaban a un punto del Chelsea, que ya había finalizado su compromiso contra el Southampton (1-1). De forma incomprensible, el equipo de Pellegrini 'desapareció' del partido.
Lleno de imprecisiones permitió el resurgir de un rival inferior y resignado a una derrota. Pero el tanto de George Boyd a los dos minutos de la segunda parte animó las esperanzas visitantes, que lograron su premio gracias a un disparo de Ashley Barnes en el 81.
No tuvo capacidad de reacción el Manchester City ante la desesperación del público del Ethiad, que comprobó cómo su equipo dejó escapar una ocasión única de amenazar el liderato del Chelsea.
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