Aunque el club había colgado
el cartel de "no hay billetes", el estadio donde habitualmente juega
el Barça B -con capacidad para algo más de 15.000 espectadores- no registró un
lleno histórico, ya que algunos socios que habían retirado la entrada de forma
gratuita (los no socios han tenido que pagar 5 euros) finalmente no acudieron al entrenamiento.
El día frío y nublado en
Barcelona provocó que algunos socios que previamente habían retirado su entrada
se hayan quedado en casa, pero ello no evito que en las inmediaciones del estadio
incluso funcionó la reventa, algo
inédito al no tratarse de un partido oficial, sino de un simple entrenamiento
con público.
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En el Miniestadi, un
público infantil en muchos casos, emocionado y animoso, disfrutó del privilegio de seguir en directo y muy de
cerca las evoluciones sobre el terreno de juego del que está considerado el
mejor equipo del mundo.
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Con siete minutos de
retraso (11.07 horas) sobre el horario previsto, saltó al césped el Barça de
Guardiola, para desatar la locura de casi 13.000 aficionados.
Un total de 24 jugadores,
19 del primer equipo y 5 del Barça B (Oier, Muniesa, Montoya, Sergi Roberto y
Cuenca) participaron durante poco más de una hora en la habitual sesión de
recuperación tras el partido de Copa ante Osasuna.
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Sólo faltarón los
lesionados de larga duración Ibrahim, Afellay y David Villa, ya que los tres
jugadores que no se ejercitaron en la sesión del pasado miércoles (Messi,
Iniesta y Valdés) si lo hicieron este jueves. El segundo de Guardiola, 'Tito'
Vilanova, aún convaleciente de una intervención quirúrgica, no se encontraban
presente en el entrenamiento.
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Messi, como siempre, es el
jugador que más expectación genera en la grada, lo mismo que el de Iniesta o el
de Xavi.
Todos ellos se mostraron cercanos, se toman fotos con los aficionados y
no paran de firmar autógrafos al final de la sesión, prestando especial
atención a un grupo de discapacitados a quienes el club había reservado un
espacio a pie de campo.
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"Nunca había vivido
algo así, es una experiencia muy bonita", explicó un sorprendido Alexis, mientras Cesc alucino
con el ambiente del estadio: "¡Qué pasada! Nunca había visto el Mini
así", reconoció.
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Tras el entrenamiento, que
como es habitual duró menos para los que
fueron titulares ayer, la plantilla se desplazarón a la ducha y se distribuyeron
en siete grupos para hacer la
tradicional visita de la vigilia de Reyes a los hospitales.
Pinto es el encargado de
acompañar a Messi en su visita al Hospital del Mar; Sergio Roberto, a Xavi en
el Hospital Trias Pujol; y Maxwell a
Mascherano y el presidente, Sandro Rosell, en el Hospital de Barcelona.
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La comitiva más numerosa es
la que se desplazó hasta Sant Joan de Déu, con el capital Puyol a la cabeza,
secundado por Piqué, Abidal, Keita y Alexis; Valdés, Thiago, Pedro, Oier y
Montoya se dirigieron al Hospital Vall d'Hebron; Iniesta, Cesc y Sergio
Busquets, a Sant Pau; y Guardiola se llevó a Alves, Adriano, Fontàs, Cuenca y
Muniesa como acompañantes en su visita al Hospital de Niños de Barcelona.