Noche fría, poco públicoy muy poco fútbol vimos en el Nemesio Camacho, en donde los azules salvaron un nuevo partido y se despidieron hablando de un milagro, lo que de verdad sería su clasificación pues se necesitan muchos resultados de terceros para que se dé.
Lo que no sería descabellado sería apostarle a la Sudamericana, pues aunque quedan dos partidos nada más en este semestre para el azul, con 58 puntos en la reclasificación aún puede aspirar a estar entre los primeros del año y apostarle a meterse en la Copa (con título de Santa Fe o Junior en la Copa Postobón incluido), consuelo triste para un equipo que arrancó este semestre como segundo de la tabla y con el cupo en ese momento a Libertadores.
Eso sí, vale la pena destacar el décimo gol de Fernando Uribe, que entró en confianza en este remate del campeonato y al menos ilusiona a los hinchas para el próximo semestre: un cabezazo en el primer palo que engañó totalmente al arquero de la visita al entrar por el segundo.
Pero si de destacar se trata, hay que hablar del golazo del chileno Pinto, aún recuperando la forma, que cerró el duelo en el minuto 89 con una definición que justifica los pergaminos de un goleador de talla internacional que no competía profesionalmente un año antes de llegar al azul ya bien entrado este semestre.
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Con Uribe y Pinto hay promesa de un ataque sólido para la próxima campaña, pero en las pruebas y experimentos de Lunari aún hay que corregir mucho, sobre todo en defensa, pues Alianza, con muy poco, alcanzó a quitarle la pelota por largos tramos del partido y si no aprovechó fue por su falta de ambición.
Vale la pena anotar que la visita se quedó con uno menos al 67 tras la infantil expulsión de Deivy Balanta, cuando el equipo ya perdió 1-0, lo que no le pesó tanto en el partido pero sí puede costarle en el cierre del torneo, ya que con 24 puntos quedó en la zona de drama de la clasificación junto a Patriotas, Águilas, Tolima, Cali y Huila.
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