
Murió histórico arquero mundialista en USA 1994 y Francia 1998; tenía 61 años
Este jueves, la prensa internacional entregó la mala noticia y ya hay repercusiones como quiera que pasó por clubes de España, Países Bajos y Bélgica, entre otros.

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Las malas noticias en el ámbito del fútbol continúan este jueves 3 de julio. Primero fue la inesperada muerte de Diogo Jota en un accidente automovilístico, y ahora se dio el fallecimiento de un histórico arquero que fue mundialista y figura en USA 1994 y Francia 1998.
A través de las redes sociales, la Federación de Nigeria confirmó la lamentable información sobre el guardameta Peter Rufai.
“Por siempre en nuestros corazones, Dodo Mayana. Lamentamos el fallecimiento del legendario portero de las Súper Águilas, Peter Rufai, un gigante del fútbol nigeriano y campeón de la AFCON en 1994. Tu legado sigue vivo entre los palos y más allá. Descansa en paz, Peter Rufai”, publicaron en la Federación nigeriana de fútbol, este jueves 3 de julio.
🇳🇬🕊️ Forever in our hearts, Dodo Mayana.
— 🇳🇬 Super Eagles (@NGSuperEagles) July 3, 2025
We mourn the passing of legendary Super Eagles goalkeeper, Peter Rufai, a giant of Nigerian football and a 1994 AFCON champion.
Your legacy lives on between the sticks and beyond.
Rest well, Peter Rufai. 💚#SuperEagles #AFCON pic.twitter.com/9x7XEwE58a
Peter Rufai, portero emblemático del fútbol nigeriano y príncipe de una tribu de Idimu (una región de Lagos), eligió dedicarse al balón antes que ser rey, falleció este jueves en su país a los 61 años de edad, a causa de un paro cardiaco mientras descansaba en su residencia.
Rufai defendió a su país en los Mundiales de Estados Unidos 1994 y Francia 1998 y vistió las camisetas del Hércules y del Deportivo a finales de los años 90 procedente de las ligas de Bélgica y Portugal (Lokeren, Breven y Farense). Su presencia en la Liga fue prácticamente testimonial (apenas jugó ocho partidos en el Deportivo), pero dejó huella por su peculiar origen.
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Era hijo del Rey Rufai de Idimu y, aunque no le gustaba hablar de su sangre azul, la prensa destacó pronto su procedencia que desvelaba que era el heredero al trono, pese a no ser el mayor de sus ocho hermanos pero sí el elegido en la sucesión.
La muerte de su padre, en 1999, le sorprendió mientras jugaba en el Deportivo. Rechazó sucederle y perdió la oportunidad de subir al trono: "Nunca quise ser rey. Si lo aceptaba, no podría ser futbolista. Sé que hubiera tenido una buena vida, porque sabía cómo vivían mis padres. Pero eso no era para mí. No me hacía feliz. Lo que quería era el fútbol", dijo en una entrevista de la época a 'The Irish Times'.
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"Perdí la oportunidad de ser rey por el fútbol. Perdí a mi padre pocos meses antes del Mundial de Francia 1998. Nunca me he arrepentido de haber renunciado a ese estatus, porque respeto profundamente mi carrera profesional", dijo en una entrevista a 'The Sun Nigeria' en 2018.
Rufai acabó su etapa en el Deportivo, volvió a Portugal para jugar en el Gil Vicente y en la temporada 1999/2000 colgó los guantes. Dos décadas y media después, se fue para siempre el hombre que pudo reinar y que cambió un cetro por una vida bajo los palos para despejar balones.