No hubo sorpresa en la Serie A en el partido del Nápoles, un equipo que parece que juega con el mismo guion todas las jornadas, y Osimhen y Kvarataskhelia, en esta ocasión ante el Torino (0-4), volvieron a ser los protagonistas indiscutibles de este combinado que ya saborea su tercer 'Scudetto' y que se acerca a una gloria inevitable.
Un partido más, tres puntos fáciles para un Nápoles inalcanzable que tacha una nueva fecha en el calendario, haciendo ya cálculos matemáticos para descifrar cuándo será el momento exacto en el que puedan certificarse como campeones y elevarse a lo más alto de Italia.
Quiso certificar la victoria por la vía rápida Spalletti y formó con su once de gala, con Hirving Lozano en una banda y colocando como única variante a Oliveira, que no jugó en la Liga de Campeones como venía siendo habitual, en el puesto de Mario Rui.
Y en menos de diez minutos, la maquinaria perfectamente engrasada del técnico italiano ya estaba por delante. El culpable fue el de siempre, un Osimhen desencadenado que mata y muere por cada balón, que consiguió imponerse a su par en un saque de esquina para hacer el primero.
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El dominio del Nápoles a punto estuvo de ser interrumpido por un arreón del conjunto local, que, con un disparo al palo de Sanabria, puso en aprietos la zaga napolitana. La respuesta de los partenopeos fue más que contundente.
Esta vez el foco lo centró 'Kvaradona' provocando un penalti que él mismo transformó para colocar el 0-2 justo antes del descanso y encaminar así la victoria. El dominio abrumador del primer tiempo se mantuvo en el inicio del segundo, en una nueva prueba de que este Nápoles no se confía y no baja el ritmo, consciente de la importancia de cada partido.
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Como si se estuvieran respetando los turnos, fue de nuevo Osimhen el que apareció nada más comenzar el segundo acto. El nigeriano puso el broche de oro a una jugada combinativa de mucho calibre que inició Di Lorenzo en el perfil derecho, que pasó por los pies de un 'Kvara' que vio la subida de Oliveria para cederle de tacón por el perfil izquierdo y que acabó con un remate al segundo palo del actual 'capocannoniere' de la Serie A, en su vigésima primera diana de la temporada.
Con el partido sentenciado con el 0-3, lejos de dejar pasar los minutos, el Nápoles mantuvo la presión y buscó el cuarto ya con el Torino volcado en ataque y desquiciado al verse incapaz ante un rival de este calibre. Le tocaba aparecer a 'Kvara' y el georgiano quiso servir en bandeja de plata el definitivo de la tarde a Ndombele, en el que fue además el estreno goleador del galo en la Serie A.
Sin titubeos y sin medias tintas. Exhibiendo firmeza, solidez y determinación. Así marcha el Nápoles por los campos de Italia, jugando cada partido sin pensar en el siguiente, poco a poco acercándose al ansiado objetivo. Ese tercer 'Scudetto' que Osimhen y 'Kvara' hacen mucho más accesible.
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