"Es un momento excepcional, un privilegio, una oportunidad única. Hay un título en juego, pero tampoco hay que pensar mucho en eso. No hay que modificar lo que uno tiene costumbre de hacer. Lo ideal es llegar relajado, pero concentrado", explicó en una conferencia de prensa en el Stade de France. Deschamps ya vivió como jugador finales importantes, siendo el capitán de Francia en los títulos en el Mundial de 1998 y en la Eurocopa de 2000.
"Es diferente estar en el banquillo. No voy a ocultar que lo mejor en una final es cuando la vives dentro del terreno de juego. Hay una cierta frustración por no poder ponerte las botas y saltar al campo. Pero lo vivo bien. No tengo presión ni estrés, es adrenalina, y eso es positivo", apuntó.
Deschamps estimó que Portugal es un equipo con "gran calidad".
"No han llegado aquí por casualidad. Han superado muchas etapas como nosotros", explicó.
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"Es un equipo que tiene experiencia, que está bien organizado y que puede modificar el sistema de juego, aunque mantiene una defensa a cuatro, con un triángulo defensivo sólido, con Pepe, Fonte y William. Tienen dos buenos jugadores laterales, que hacen muchos centros. Y en ataque, con Cristiano y Nani. No es un equipo que va a buscar al rival, pero van muy rápido de defensa a ataque con esas dos flechas. No voy a decir que sólo defienden, controlan bien y se proyectan rápido", analizó.
Deschamps subrayó que cuando en 2012 decidió ser seleccionador de Francia soñaba con vivir finales y días como el del domingo.
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"Evidentemente, es un momento importante para mí. Cuando acepté convertirme en seleccionador no era sólo para disputar partidos y conformarse con participar. Es algo que tendrá consecuencias para el futuro y también para los jugadores", señaló.
"Ganar títulos siempre es difícil y con una selección nacional lo es todavía más. Tenemos que aprovechar esta oportunidad, sin pensar en lo que venga después, pero los jugadores son conscientes de este privilegio, poder jugar por un título de campeón de Europa y hacerlo en nuestra casa, en París", añadió.
Deschamps insistió en que sus jugadores son muy conscientes de la importancia del partido y se mostró seguro de que responderán a la altura de las expectativas por su profesionalidad y experiencia.
"Han hecho todo lo que había que hacer. No se rinden y eso me gusta. Cuando uno está en el deporte como afición juega para divertirse, pero en el deporte de alto nivel lo que cuenta es ganar. No hay nada más bonito que ganar y vamos a hacer todo lo posible para conseguirlo. El fútbol no es una ciencia exacta y se decide por cosas, por momentos, pero cuando tienen la impresión de que lo has dado todo entonces no tienes nada que reprocharte", estimó.
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