Las portadas de la prensa deportiva portuguesa aseguran este martes, de hecho, que la continuidad del técnico Marco Silva "pende de un hilo" por las diferencias con el máximo mandatario de los ‘leones', Bruno de Carvalho.
Las especulaciones sobre el enfrentamiento entre ambos comenzaron el pasado mes de noviembre y ha ido creciendo con el paso de los días, mientras el rendimiento del primer equipo continúa por debajo de lo esperado.
En un comunicado divulgado a través de la web oficial del club lisboeta, el Sporting justifica esta prohibición por los "injustificados y repetidos ataques recibidos de parte de diferentes medios de comunicación".
El silencio impuesto impedirá que ningún "dirigente, trabajador, colaborador, entrenador o jugador" del equipo preste declaraciones a los periodistas, con la única excepción de actos en los que esté obligado a ello, como las ruedas de prensa de antes y después de los partidos.
El "pique" entre presidente y técnico se remonta al mes de noviembre, cuando Bruno de Carvalho publicó a través de las redes sociales un comunicado en el que criticaba duramente al primer equipo tras una severa derrota (3-0) contra el Vitória de Guimaraes.
El mandatario calificó entonces la exhibición de los jugadores verdiblancos de "lamentable" y lamentó que éstos no mostrasen "garra ni voluntad de vencer".
Sus palabras no gustaron en el seno de la plantilla, y uno de sus futbolistas más destacados, Nani, respondió públicamente al presidente al considerar que "hay que saber lidiar con la derrota".
El Sporting ocupa actualmente la quinta posición en Liga, a diez puntos del líder, el Benfica, y ya fue eliminado de la Liga de Campeones, aunque consiguió quedar tercero en su grupo y accedió a la Europa League.
En este contexto de modestos resultados deportivos y ambiente enrarecido, el cruce de declaraciones continuó esta misma semana.
Bruno de Carvalho escribió otro comunicado en el que asumió la "responsabilidad" de los malos resultados, pero al mismo tiempo incidió en que "es necesario que los demás implicados asuman con la misma claridad su cuota de responsabilidad", un mensaje que en Portugal se interpretó como un toque de atención al entrenador.
Marco Silva respondió el pasado domingo, tras la sufrida victoria contra el Nacional de Madeira (0-1), cuando aseguró que prefiere "criticar o elogiar cara a cara".