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Sí, decepcionado con la Selección, pero...

Sí, me salí de la ropa. La tanda de improperios que salieron de mi boca en contra de Falcao por haberse comido el penal era como para un mano a mano con el famoso Tano Pasman de YouTube; es incontable la cantidad de veces que me puse de pie y señalé la pantalla del televisor con rabia, así como asumo que los amigos con los que vi el partido se habrían muerto de la risa si se hubiesen dado cuenta de que quería arrancarme el pelo que no tengo con cada palazo de la Selección Colombia. Pero claro, no se dieron cuenta. ¿Cómo iban a hacerlo si estaban peor que yo? Desesperados, aburridos, melancólicos, malgeniados y, luego de todo tipo de discusiones que si Bolillo esto, que si Bolillo lo otro, amargados. Así estamos todos con la eliminación de Colombia de esta Copa América, es inevitable, pero yo voy a dar un humilde paso al frente para pedir calma. Yo creo que hay futuro. Por supuesto, la decepción en insoportable. Es como si por fin esa mujer que tanto te gusta y tanto te ha ignorado acepta una invitación a comer, tú te las das del chacho, la llevas a un sitio fifí con mayúsculas, pides un vino que no tienes ni idea porque en verdad eres cervecero, comen "deliciosamente caro" y, a la hora de pagar, sacas la Visa (la plateada para ser más chicanero) y no tienes fondos. Eso nos pasó: todos estábamos convencidos de que teníamos fondos para lograr algo más, pero nos rebotó la tarjeta de crédito de las ilusiones. ¿Y cómo no estar convencidos? El domingo un ex suegro que me encontré, un amigo que me escribió y un taxista me alegaron lo mismo: que la eliminación era culpa de nosotros los periodistas que habíamos "inflado"/"crecido"/"agrandado" al equipo y sí, puede que los periodistas en Colombia hayamos alabado al equipo, pero no lo hicimos de patrioteros. Al menos no todos. Por ejemplo, a mi de veras el nuevo esquema me gustó, eso de eliminar al 10 y tratar de ser vertiginosos lo analicé en el pasado post y creo que tiene muchas ventajas. No fui el único: gente mucho más seria y preparada que yo, del resto del continente e incluso de Europa, vio con muy buenos ojos el sistema de esta Colombia. Y usted también la vio. Claro, hoy madrea al Bolillo, hoy maldice a Falcao, hoy lamenta que no fuera titular Teófilo Gutiérrez, pero no me venga a negar que se entusiasmó con esta Colombia, que no le gustó el sacrificio del grupo, que no aplaudió el orden de la defensa y la inusitada cantidad de opciones de gol que generó este equipo por partido. Todos lo hicimos: a todos se nos metió entre la piel el gusanito de la ilusión y por eso la derrota con Perú en cuartos de final de la Copa América dolió tanto. Pero ojo, hay equipo. Al menos hay una idea de lo que puede ser el equipo y, salvo los increíbles problemas de definición, es un buen conjunto y no sólo por los nombres: todos los jugadores tienen espíritu de sacrificio y una idea táctica clara. Por supuesto, Perú nos ganó por dos desatenciones atrás (¡ay Neco, lo que te insulté vía TV el sábado no tiene nombre!) y porque Markarián es un zorro que le ganó de un lado al otro el partido al Bolillo en cuanto a planteamiento y cambios (¿cómo hacemos para que Gómez haga cambios rápido? No siempre se la puede jugar toda con los mismos 11 hermano, para eso tiene otros más en el banco...). Pero la verdad es que perdimos porque Falcao cobró un penal como si fuera un delantero de segunda división (a él lo insulté aún más que a Neco), y porque Colombia generó muchas más opciones que el rival y no las metió. Es así de simple: Perú ganó, pero nosotros perdimos el partido. Y duele, duele muchísimo, pero más allá de la derrota y la decepción hay de dónde agarrarse para el futuro y creo que hay buenas cosas. Creo que en este esquema James Rodríguez va a ser importantísimo jugando por los costados y que Juan Pablo Pino encajaría perfectamente en ese mismo papel. Creo que cuando no esté Falcao el técnico tiene que utilizar más rapidamente sus alternativas: ahí están Teófilo, Jackson y Gio Moreno para ocupar ese papel de delantero/pivote que, en el caso del último, dará la falsa sensación de 10 que todos hoy andan llorando porque nos eliminaron. Creo que Amaranto Perea tuvo una Copa América estupenda y que se nota que el cuerpo técnico lo está trabajando para que se convierta en el capo de la defensa cuando se retire Yepes. Creo que todos nos reencontramos con Carlos Sánchez para bien y que muchos descubrieron el potencial de Gustavo Bolívar. Creo que Adrián Ramos por fin ratificó sus convocatorias antes tan discutidas (al menos por mi: me parecía que tenía más sangre un papel y en esta Copa lo vi metiendo como nunca) y que no hay discusión en que tenemos un par de laterales que no tiene ningún otro rival del continente. Fue una decepción absoluta perder con Perú, una bajada de ánimo atroz y una frustración total. No porque endiosáramos a la Selección, sino porque en serio con un par de partidos ya nos había reconquistado y, aunque duela, hay que admitirlo. Así somos los hinchas: corazón blando y enamoradizo. Ahora, espero que Gómez haya tomado nota de ese partido frente a Perú porque ese es el índice de cómo ponerle el tatequieto a Colombia: espesando el medio campo, tratando de tocar y tocar, pero a la vez aguantando y contragolpeando: nuestra selección ahora es vertiginosa y si le quitas el vértigo frenándola en su transición de defensa a ataque la complicas. Eso hizo Markarián pero, aún así, es innegable que a la Tricolor le faltó suerte. Si mira las estadísticas de Golcaracol.com sobre el partido , se dará cuenta de que la pelota estuvo casi todo el tiempo en el medio campo y más hacia el lado peruano que al colombiano, que la mayor cantidad de opciones de gol estuvo pintada de amarillo, y está ese penalti de Falcao... En fin, creo que algo valioso salió de esta Copa América y es que por fin la Selección Colombia dejó de generarnos esa molesta indiferencia de los últimos tiempos. Esta nueva Selección, al menos, cuando pierde nos pone de este mal humor en que andamos en este comienzo de semana y, aunque suene pendejo, eso es importante: volver a sentir, volver a creer, volver a maldecir a grito herido... no me lo niegue: hace rato no sabíamos qué era eso. Sígame en Twitter: http://twitter.com/PinoCalad

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