Toni Kroos, el primer jugador en ganar dos Mundiales de Clubes seguidos

Kroos cierra un 2014 inolvidable en el que fue pieza clave en el éxito de Alemania en el Mundial de Brasil y el jefe del centro del campo del Real Madrid en el Mundial de Clubes de Marruecos.

Lo conquistó con la misma autoridad que hace un año lo hizo con el Bayern de Pep Guardiola, para convertirse en el primer jugador que repite título en las once ediciones celebradas desde el cambio de formato de la Copa Intercontinental al Mundial de Clubes.

El centrocampista alemán abandonó el Bayern Múnich tras sentir que había acabado un ciclo de su carrera, después de ganar todos los títulos posibles y por su deseo de probar una nueva aventura en otro país para crecer como jugador. La oferta del Real Madrid fue irrechazable y no ha podido tener una adaptación mejor.

Kroos se ha convertido en el heredero de Xabi Alonso, aunque cuando fue fichado no llegaba al Real Madrid para jugar en esa demarcación. La idea de la directiva y Carlo Ancelotti era situarle unos metros por delante, en la posición de su compatriota Sami Khedira, quien había anunciado al club que se marcharía traspasado, según informaron fuentes del club.

Finalmente Khedira dio marcha atrás en su decisión y decidió cumplir el año de contrato que le resta. La salida repentina de Xabi Alonso al Bayern provocó que Kroos pasase a jugar de medio centro y con rapidez ofreció lo mejor de su juego. En la Supercopa de Europa, contra el Sevilla, deslumbró y desde entonces ha sido el jefe del centro del campo blanco.

Tan sólo dos jugadores de la actual plantilla del Real Madrid sabían lo que era ganar el Mundial de Clubes, Kroos con el Bayern y el portugués Cristiano Ronaldo con el Manchester United.

Ambos se suman a una reducida lista de futbolistas que lo han conseguido, formada por el portero brasileño Dida, que lo ganó con Corinthians en 2000 y Milan en 2007, su compatriota Danilo con Sao Paulo en 2005 y Corinthians en 2012, más Thiago Alcántara, que lo firmó con Barcelona en 2011 y Bayern Múnich, dos años después.