Victoria Graham, de 22 años, debe vivir con el Síndrome de Ehlers-Danlos, que afecta su piel. “Si yo puedo hacerlo, ustedes también”, es su mensaje.
Coronada recientemente como Miss Frostburg, Graham es a simple vista una reina como lo sugiere la industria de la belleza: hermosa y sonriente.
Al dar la espalda, esta estudiante de Maryland, EE. UU., deja ver el principal testimonio de su enfermedad: una cicatriz de 63,5 centímetros que serpentea su columna vertebral.
Contrario a lo que cualquiera podría imaginar, ella no quiere ocultar sus marcas. Es la reina del coraje y el amor propio. Y es que ha pasado por diez cirugías en el cerebro y la columna, todo con tal de mantenerse en pie.
Participar en un certamen de belleza tiene sentido para ella: es la mejor forma de hacer visible su enfermedad.
Además de reina, Victoria preside Zebra Network, una organización que busca crear conciencia sobre el Síndrome de Ehlers-Danlos.
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