Se quebró la capa de hielo sobre la que se ubicaron para la foto y un grupo de rescatistas espontáneos tuvo que intervenir para salvar a los menores.
Los siete adolescentes comenzaron a jugar y a posar, en busca de la mejor selfie, sin prever los riesgos. El incidente tuvo lugar en un estanque congelado de Central Park, en Nueva York (EE. UU.).
Se hizo necesario el uso de una escalera, para llegar hasta el hueco donde estaba el grupo atrapado y proceder a sacar uno a uno a los afectados.
La acción oportuna de las personas que se acercaron a ayudar evitó una tragedia.
No es la primera vez que esta obsesión por las selfies traspasa los límites racionales.
Desde el 2014, se estima que al menos 130 personas han muerto por intentar tomarse fotografías en situaciones peligrosas.