Su nombre es Nemo, un labrador negro cruzado con grifón que ya se pasea como Pedro por su casa en el Palacio del Elíseo.
El presidente Emmanuel Macron lo adoptó el pasado fin de semana en un refugio.
Eligió el nombre de su nuevo compañero en referencia al célebre capitán Nemo del Nautilus, el submarino de ficción de la novela de Julio Verne Veinte mil leguas de viaje submarino, que le gusta particularmente, indicaron miembros de su equipo.
Nemo, un macho de dos años, fue visto por la prensa en el salón Murat, donde se reunieron el lunes los miembros del gobierno.
Tiene dos años, es negro y se llama Nemo: vea, en imágenes, al primer... El perro sustituye a Philae, el labrador del expresidente François Hollande, que abandonó el Elíseo junto a su amo en mayo pasado.
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