Esta historia podría titularse Crónica de un accidente anunciado. La escena, grabada en su totalidad con un teléfono móvil, impacta no solo por la forma en que termina sino por la lección que deja.
Un mal presentimiento llevó a Kaecieo Bass y Kevin Denney, dos empleados de una firma de alquiler, a grabar con su celular a una errática conductora en la ruta 21, en Fayette County, Pensylvania, en los Estados Unidos.
Los trabajadores regresaban a la compañía cuando se encontraron con el vehículo que, por momentos, pareciera se fuera a salir de la vía; luego, invadía el carril contrario y hacía movimientos extraños.
Bass empezó a grabar con su teléfono, tratando de entender si la conductora estaba ebria o dormida.
Minutos después, Bass le dice a su compañero: “baja la velocidad, no quiero terminar involucrado en un accidente”. Demasiado tarde.
La mujer decidió cruzar a la izquierda sin darse cuenta que otro vehículo venía a gran velocidad por el carril contrario. El choque fue tan violento que el carro del otro conductor embistió el camión en el que viajaban Bass y Denney.
Todo quedó grabado.
Pese a la violencia del impacto, los ocupantes de los tres vehículos sobrevivieron al accidente.
Reina tuitera
La reina Isabel II de Inglaterra envió su primer tuit este viernes y lo firmó como "Isabel R".
La monarca de 88 años usó Twitter en la inauguración de una nueva galería en el Museo de Ciencias de Londres.
La reina se quitó un guante para escribir en una tableta digital: "Espero que las personas disfruten la visita" a esta exposición. Para enviarlo, usó la cuenta oficial de la monarquía británica mientras unos 600 invitados observaban.
"Isabel R" es la firma que aparece en los documentos oficiales. Usa la letra "R" como abreviación del término "regina" (reina en latín).
La mayoría de los miembros de la familia real no tuitea personalmente, sino que sus cuentas son manejadas por voceros.
La galería, llamada Era de la información, explora los avances tecnológicos que han transformado la comunicación.
La reina fue la primera monarca en enviar un correo electrónico, en 1976, cuando esa herramienta daba apenas sus primeros pasos.