Un cliente en Japón sediento fue a una máquina expendedora por una bebida cuando vio que algo lo miraba desde el interior del dispositivo.
Dos ojos estaban fijos en él a través de la ranura de monedas.
Pese al miedo, decidió meter el dinero para ver qué pasaba después y fue cuando el intruso sacó la mitad de su cuerpo.
Se trataba de una rana.
Según un usuario, que compartió otra curiosa fotografía, "a los anfibios les encantan las máquinas expendedoras porque la luz atrae a los insectos", su comida.
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