¿La ley del más fuerte? Vea cómo termina esta batalla de koalas salvajes

Como la lucha de David contra Goliat, así se enfrentó un pequeño koala a su adversario que casi lo doblaba en tamaño. Y allí estaba Alicia Alexander para grabar esta batalla territorial.

En el primer intento, el chiquitín cae del árbol no sin antes recibir una auténtica paliza. Es, en ese momento, cuando estalla en llanto, una especie de chillido agudo que eriza la piel de cualquiera.

Pero no se rinde. Sube de nuevo a reclamar, pero el resultado es el mismo: cae derrotado y con un par de mordiscos más en su cuerpo.

Vuelve a llorar. Las heridas de la guerra hacen que este koala no tenga consuelo.

La historia, sin embargo, tiene final feliz. Según Alice, el pequeño animal esperó a que oscureciera y, en un descuido de su enemigo, logró subir al árbol y conquistarlo para sí. ¡Ganó la persistencia!

¡Moñona en el aire!

Los que juegan bolo americano saben que lo más importante es la escogencia de la bola. Eso, sin embargo, parecía ignorarlo un novato que, al momento de hacer su lanzamiento, acabó con el techo del lugar en el que departía con amigos.

¡Moñona! Sí, pero en el aire. La bola era tan liviana que, al soltarla, se elevó y atravesó el cielorraso que se cayó a pedazos.

Una jugada maestra de lo que jamás debe hacer en una pista de bolos.

El héroe español que salvó a una ballena

César Espino disfrutaba con amigos de un día en altamar, en la isla Fuerteventura, en las Canarias, cuando divisó una ballena enredada entre hilos de pesca.

Decidido a no dejarla morir, el joven se acercó varias veces con una navaja para cortar los hilos que limitaban la movilidad del animal. La lucha por liberarla le tomó casi una hora.

Su maniobra, bastante arriesgada si se tiene en cuenta que la ballena medía unos quince metros y podía reaccionar negativamente a la cercanía de este humano, le valió a Espino el título de héroe en las redes sociales.

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