Sara fue vestida de novia hasta el cementerio. “Se suponía que estaríamos juntos”, dijo entre lágrimas.
Sara Baluch tiene 22 años, vive en EE. UU. y el fin de semana pasado esperaba convertirse en la esposa de Mohammad Sharifi.
Sin embargo, un acto violento le arrebató ese sueño: el 19 de febrero, en Nashville, Sharifi se citó con un hombre para vender su Xbox. El sujeto intentó robarlo y lo asesinó a tiros.
Aunque Baluch llegó rápidamente al hospital tras enterarse de lo sucedido, fue demasiado tarde; su pareja había muerto.
“Lo siento mucho. No lo logró'”, le dijo una enfermera, según contó la misma Sara a Times Free Press, periódico que dio a conocer la noticia.
En medio del duelo y los recuerdos tomó una decisión: el día que tenían planeado casarse no pasaría desapercibido.
Por eso el domingo pasado se puso su vestido y fue a visitarlo al cementerio. Algunos familiares la acompañaron y dos fotógrafos retrataron el doloroso momento.
Sara reconoce que tener este ‘encuentro’ le dio algo de felicidad e hizo una conmovedora reflexión: “Nuestro amor era demasiado perfecto, tenía que existir en un mundo diferente”.
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