El llanto de impotencia de Cooper daba cuenta de su drama. Por travieso, cayó en una trampa de hielo de la que no pudo salir.
Al ver a su amigo fiel a punto de congelarse, Colin se lanzó a su rescate, poniendo en riesgo su propia vida.
Se arrastró, casi desnudo, por la frágil capa de hielo que amenazaba con deshacerse.
Una vez logró alcanzar al animal, la superficie no aguantó más peso y Colin terminó hundiéndose en el agua gélida junto con su mascota.
De ahí en adelante, estos hermanos del alma tuvieron que luchar brazada a brazada, patada a patada, para llegar a la orilla. ¡Y lo lograron!
Colin y su inseparable Cooper pisaron tierra firme, eso sí, tullidos de frío.