Creado por un grupo de científicos en 1947, este jueves avanzó 30 segundos.
"En 2017, los líderes mundiales fallaron en responder de manera efectiva a la aparición de amenazas como una guerra nuclear y el cambio climático, haciendo más peligrosa la seguridad global de lo que había sido un año antes, y como no lo había sido desde la Segunda Guerra Mundial", dijo en una declaración el grupo de intelectuales, que abarca áreas de las relaciones internacionales, ciencia, medioambiente y seguridad.
La última vez que el reloj estuvo en dos minutos antes de la media noche fue en 1953, cuando Estados Unidos y la entonces Unión Soviética realizaban pruebas de bombas de hidrógeno.
"En las discusiones de este año, una vez más los asuntos nucleares se pusieron en el centro del escenario", dijo Rachel Bronson, presidenta y directora ejecutiva del Bulletin of Atomic Scientists.
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Bronson mencionó las nuevas pruebas realizadas por Corea del Norte, un mayor compromiso hacia las armas nucleares en China, Pakistán e India, así como las "impredecibles" declaraciones del presidente de Estados Unidos en Twitter.
El ‘Doomsday Clock’ fue creado en 1947. Su tiempo ha cambiado 20 veces desde entonces, en un rango que va de los dos minutos para la media noche a 17 minutos antes de la media noche, en 1991.
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El último año se movió de tres minutos antes de la media noche a dos y medio minutos.
Pero, las preocupaciones nucleares no son la única razón del avance del reloj hacia la media noche. El cambio climático también es uno de los principales factores.
En 1953, "el cambio climático era una amenaza hipotéticamente distante", sostuvo por su parte, Sivan Kartha, científico senior de la Stockholm Environmental Institute.
Desde entonces, el dióxido de carbono ha aumentado seis veces, y el medio ambiente se ha calentado alrededor de un grado centígrado.
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El año pasado se vio un calentamiento extremo en el mundo, daños "catastróficos" de huracanes en el Caribe y devastadores incendios, dijo Kartha.
Un "abuso de información" global, alimentado por la confianza en internet, ha hecho además más difícil alcanzar soluciones, dijo Lawrence Krauss, profesor en la escuela de la Exploración de la Tierra y el Espacio y Física de la Universidad del Estado de Arizona.
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