Manuel García Viejo, de 69 años, es el segundo religioso español que muere de ébola tras ser repatriado a Madrid desde África. Manuel Pajares, de 75 años y también sacerdote, falleció en agosto después de ser trasladado desde Liberia.
Ambos pertenecían a la orden de San Juan de Dios, un grupo católico humanitario que dirige hospitales en diversas partes del mundo.
García Viejo llegó a España en la madrugada del lunes y quedó ingresado en el hospital Carlos III de Madrid. El equipo médico dijo desde un primer momento que el paciente se encontraba grave y muy deshidratado por la fiebre. No se le aplicó tratamiento con el suero experimental ZMapp al no haber muestras disponibles ni otras alternativas terapéuticas.
El sacerdote era director médico del hospital San Juan de Dios en la ciudad de Lunsar, en Sierra Leona.
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"La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios quiere enviar todo su apoyo a la familia del hermano Manuel García Viejo en estos difíciles momentos", dijo la congregación en un comunicado.
"Agradecemos todas las muestras de apoyo que hemos recibido en estos días".
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