Al homenaje, frente al consulado saudí en Estambul, asistieron la prometida del periodista y Jeff Bezos, dueño del Washington Post, diario en el que trabajaba.
En medio del evento su novia pidió justicia y exigió saber qué pasó con el cuerpo de su prometido. Y, entre lágrimas, recordó a quien iba a ser su esposo.
“Un evento en cualquier lugar no sería suficiente. Nuestro objetivo era entregar un mensaje y creo que ese mensaje fue entregado. Las personas que aman a Jamal están aquí. A las personas que les importa lo que Jamal creía están aquí. Yo también estoy aquí. Creo que cumplimos con nuestro deber", indicó Hatice Cengiz.
Entre tanto, Arabia Saudita intenta aclarar el oscuro episodio. Tras mantener silencio absoluto sobre el asunto, el príncipe heredero de ese reino, Mohamed bin Salman, concedió una entrevista a la cadena CBS en la que negó haber ordenado el asesinato del periodista en el consulado de su país en Estambul.
La periodista Norah O’Donnell le preguntó: ¿ordenó usted la muerte de Jamal Khashoggi?
A lo que el príncipe contestó: “Absolutamente no. Ese fue un crimen atroz, pero asumo responsabilidad plena como líder. Sobre todo porque fue perpetrado por gente que trabajaba para el gobierno saudí".
La cadena BBC reveló en un documental espeluznantes grabaciones con las bromas siniestras que hicieron los asesinos mientras lo mataban. En ellas se hablaba del periodista como un animal destinado al sacrificio.