Israel Hernández se encontraba pintando un grafiti cuando fue sorprendido por las autoridades que lo intentaron inmovilizar con un taser.
Reefa, sobrenombre artístico de Israel Hernández, era un joven de 18 años que tenía un prometedor futuro como artista urbano. Sin embargo, en 2013, el grafitero encontró la muerte en una de sus jornadas de pintura.
El artista estaba pintando un mural cuando fue sorprendido por la Policía. Este intentó huir, pero uno de los oficiales lo inmovilizó con un disparo al pecho de una pistola eléctrica tipo taser. La descarga le causó una insuficiencia cardiaca que lo mató.
El caso fue tomado por la Fiscalía del estado, pero tras dos años de investigación, decidió no presentar cargos ya que, según el ente acusador, era justificable el uso de la fuerza.
Una decisión que fue rechazada por los familiares del joven artista. “Era una persona que tenía récords de utilizar mucho el taser, de abuso familiar, de abuso de su poder. Ya le había roto la nariz a otra persona cuando él estaba borracho en un bar”, afirmó Offir Hernández, hermana de Israel, haciendo referencia al oficial vinculado a la muerte del artista.
A pesar de que el caso ha sido cerrado, la familia Hernández emprendió una batalla legal para regular el uso de las pistolas eléctricas. Ahora ningún agente puede usar estas armas “no letales” si no hay una amenaza inminente y tampoco puede apuntar al pecho.
De igual manera, los padres y hermana del grafitero le han rendido honor creando una marca de ropa y patinetas, ‘Tropical by Reefa’, inspirada en su estilo y diseños.
Updated: agosto 05, 2018 04:16 p. m.