Según primeras informaciones, esto sucedió porque el Esmad habilitó las salidas desde Tulúa hacia otras ciudades que estaban bloqueadas. Y los manifestantes se desplazaron al centro de la ciudad, lo que ocasionó enfrentamientos con la fuerza pública.
Hacia las 9:00 p.m., las llamas se habían apoderado de casi toda la estructura.
Otras edificaciones de la ciudad, como la Alcaldía y la Oficina de Tránsito, fueron atacadas.
El ministro de Justicia, Wilson Ruiz, condenó los hechos: "Rechazo y condeno estos actos de terrorismo que buscan sembrar caos y miedo. Ataques como los de esta noche en Tuluá dejan de ser vandálicos y se convierten en actos terroristas. La protesta pacífica es legítima, la violencia es delito", indicó.
Fiscal general, Francisco Barbosa, condenó los hechos de vandalismo y los calificó de "terrorismo", señaló que la Fiscalía dará prioridad a la investigación sobre estos hechos para esclarecer quién está detrás.
También persisten los bloqueos y enfrentamientos en Jamundí, sur del Valle del Cauca, y Santander de Quilichao, norte del Cauca.