A las 00:00 horas de este viernes inició el confinamiento obligatorio en Medellín y el Valle de Aburrá. Minutos antes, la Policía inició un recorrido por varias zonas de la ciudad.
En el centro, varios hoteles sin autorización de apertura fueron sorprendidos con luces encendidas, música a alto volumen y más de un ciudadano sin tapabocas. Cinco establecimientos fueron sellados.
“Se les aplica a ellos una suspensión temporal de la actividad al verificar la documentación requerida a la normatividad vigente”, explicó el coronel Daniel Mazo, comandante operativo (e) de la Policía del Valle de Aburrá.
También, 12 personas fueron sancionadas, 29 trasladas a centros transitorios y 23 armas blancas incautadas.
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Con la luz del día la imagen fue distinta, las calles se veían relativamente vacías y uno que otro carro, pues el decreto contempla 30 excepciones.
“Siempre se veía mucha gente transitando, muchos carros de transporte, muchos carros particulares, es real que todo mundo tiene que trabajar”, comentó Jhonatan Sepúlveda, habitante de Medellín.
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“Todavía falta, falta un poquito más de compromiso de la ciudad, pero creo que la gran mayoría ha hecho el trabajo frente al tema”, manifestó Erik Vanegas, ciudadano.
La Policía Metropolitana ha dispuesto de 1.200 hombres para garantizar el cumplimiento de la medida.
“Tenemos un grupo dedicado a ocho puestos de control móviles en distintos puntos de la ciudad y seis puestos de control a las salidas principales de la ciudad”, indicó el coronel Ómar Rodríguez, subcomandante de Meval.
El confinamiento se mantendrá hasta el próximo domingo a media noche y continuará el próximo fin de semana festivo.
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