Los efectos positivos de la vacunación contra el COVID-19 son cada vez más evidentes, así lo estableció un estudio realizado para Bogotá.
En las últimas semanas se ha vivido un descenso constante en el número de contagios y muertes por COVID-19, una realidad esperanzadora cuando, además, se conocen los cálculos de las muertes que se han evitado gracias a la vacunación.
“La vacunación ha sido muy importante para prevenir al menos 17.800 muertes en Bogotá, tanto así que el esquema de vacunación ha permitido que este tercer pico tuviera una magnitud de la mitad”, dice Juan David Ramírez, director del grupo de investigación microbiológica, de la Universidad del Rosario.
Lo que se está viendo confirma la necesidad de mantener los esfuerzos por vacunar a aquellos con mayor vulnerabilidad y riesgo de enfermedad grave y muerte por COVID-19.
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“La estrategia de priorizar ciertos grupos fue fundamental para que no se llegaran a presentar tantas muertes en este tercer pico”, agrega Ramírez.
En un estudio se evaluó el potencial impacto de la llegada de la variante delta, lo cual depende de diversos factores.
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“Esto va a depender inicialmente de la fecha exacta de la introducción de la variante delta en la ciudad de Bogotá; Segundo, el nivel de contacto que tenga la población en este segundo semestre; y tercero del número de personas vacunadas durante este segundo semestre. Es claro que aquellas personas que no estén vacunadas son más susceptibles de infectarse con esta variante delta una vez alcance su dominancia”, agrega el experto.
Así las cosas, esto es lo que se puede concluir sobre un próximo pico.
“Se estima probable que el próximo pico de COVID-19 asociado a la variante delta ocurra aproximadamente en el mes de septiembre u octubre, y esto, como dije, va a depender mucho de la fecha de introducción, del nivel de contacto social y de las personas vacunadas para ese momento”, indica el microbiólogo Juan David Ramírez.
Por eso, mientras la variante delta avanza, también debemos hacerlo con las medidas que ya conocemos y, por supuesto, con la vacunación.
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“La vacunación, según el hallazgo de este trabajo, muestra que no debería prolongarse esa segunda dosis y que la vacunación debería abrirse a todos los segmentos de la población, de forma que todos puedan tener la oportunidad de vacunarse, tener sus dosis completas y garantizar esa inmunidad colectiva lo más pronto posible”, finalizó Ramírez.
Así que el aumento en la vacunación será decisivo para reducir el impacto ante una cuarta ola debido a la rápida propagación de la variante delta.
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