Viajeros y tripulación entraron bajo estrictos controles al aeropuerto de Palonegro en Lebrija, Santander, de donde salió el primer vuelo comercial en Colombia en medio de la pandemia del COVID-19.
Personal de salud les tomó la temperatura y les hizo un cuestionario para descartar cualquier sintomatología relacionada con el coronavirus : tos, fiebre, dificultad para respirar, dolor de cabeza o dolor de garganta.
En la sala de espera, antes de abordar el vuelo, las sillas tenían letreros para indicarles a las personas guardar distanciamiento. Los restaurantes y algunos baños del aeropuerto también fueron clausurados.
Los 31 pasajeros, uno a uno, fueron abordando la aeronave de fabricación francesa con capacidad hasta de 48 viajeros.
Su despegue fue motivo de celebración y simbólicamente dos máquinas de bomberos la bañaron.
El baño de la aeronave estaba deshabilitado y tampoco hubo servicio.
Algo que llamó la atención fue que no hubo mucho distanciamiento entre los pasajeros.
Juan Carlos Salazar, director de la Aeronáutica Civil, explicó que esto se debía a “que las cabinas de la aeronave tienen filtros de alta eficiencia, adicionalmente el aire dentro de la cabina de una aeronave se recambia cada dos o máximo tres minutos”.
Al llegar al aeropuerto Camilo Daza de Cúcuta el desembarque fue organizado y las maletas desinfectadas, al igual que el avión cuando fue evacuado.
Se prevé que diariamente esta ruta, que comprende dos vuelos ida y vuelta entre Cúcuta y Bucaramanga, movilice a 292 pasajeros.
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