Los siete capturados llevaban dos años vendiendo estupefacientes a estudiantes. Distribuían, según autoridades, cerca de 500 dosis semanales.
El comandante de la Policía de Cundinamarca, coronel Necton Lincon Borja, entregó detalles de la captura de siete integrantes de una organización dedicada al microtráfico en entornos escolares de ese departamento.
Un agente encubierto permitió identificar cómo estas personas aprovechaban los momentos de descanso de los estudiantes en parques o canchas para ofrecer los estupefacientes.
“En este caso se identifican siete personas mediante agente encubierto y la colaboración de rectores de los colegios y donde lo que se evita es la utilización de niños, niñas y adolescentes en la distribución y consumo de droga y estupefacientes”, indicó Borja.
Además, se pudo establecer que la banda usaba un taller de motocicletas como fachada, quienes usaban sus servicios no sabían que sus motos eran utilizadas en la distribución de las drogas.
“Acá lo que vemos es un abuso de confianza. Ciudadanos incautos que llevaban a arreglar las motocicletas, las dejaban por dos o tres días y lo que hacían los delincuentes era utilizar las mismas para la distribución y comercialización de la droga en estos entornos escolares”, anotó el comandante.
Durante este año se han realizado más de dos mil capturas en medio de la ofensiva contra el tráfico de estupefacientes en Cundinamarca.
En este caso las siete personas detenidas fueron judicializadas y enviadas a prisión.
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