Los habitantes de Salgar, municipio ubicado en el suroeste antioqueño, se preparan para despedir a 33 de las víctimas de la avalancha que golpeó la población el pasado lunes.
A las 10:30 de la mañana, desde Medellín, partió una caravana fúnebre de 22 carros, que transportan los cuerpos, que esperan lleguen al municipio a las 3:00 de la tarde, donde más de 30 sacerdotes oficiarán la eucaristía campal.
Mientras, que en el municipio la mayoría de habitantes se agolpan sobre los carteles de la funeraria.
Las caras de desespero se apoderan de los familiares de las víctimas, ellos quieren despedir a sus padres, hijos, hermanos, tíos, primos y conocidos.
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“Espero con la ayuda de Dios orar por ellos hoy y siempre, porque fueron cinco miembros de mi familia”, expresa Leonor Tobón, familiar de las víctimas.
Otro familiar de las víctimas, Elkin Vélez, dijo que empiezan a despedirse de sus seres queridos, pero siguen en la búsqueda de los que no saben nada de su paradero.
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“Ya tenemos gracias a Dios dos primas, una hija y el esposo. Gracias a Dios, ya están aquí en los carteles. Los cuerpos los traen a las 3:00 de la tarde y la incertidumbre es que los otros no los hemos encontrado, faltan todavía cuatro familiares. En total son 11 que se me perdieron”, cuenta Vélez.
La mañana estuvo gris. Toda la madrugada llovió, afirman los salgareños que es como si el cielo llorara la partida de las 84 personas.
El pueblo está de luto y el silencio se siente en todas las calles.
Hoy más que nunca con el sepelio colectivo, los familiares de las víctimas necesitan ayuda.
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“Van a hacer presencia también personas de apoyo psicosocial, para colaborar en el duelo y asumir toda esta situación a las personas que sepultan a sus seres queridos”, aseguró Rubén López, párroco de Salgar.
Alrededor de las 5:00 de la tarde, los cuerpos estarían siendo llevados al cementerio, donde permitirán el ingreso de manera controlada.
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