Habían sido dejados por su madre, quien trabaja como empleada doméstica, al cuidado de otra niña de 14 años.
Al parecer, uno de los menores encendió una veladora porque la casa no contaba con servicio de energía eléctrica.
La madera de la que estaba hecha la vivienda hizo que esta fuera consumida rápidamente por el fuego.
Los vecinos del sector aseguran que solo pudieron socorrer a dos de los niños porque la conflagración era muy fuerte y no les permitió llegar hasta donde se encontraban los demás.
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El Instituto de Bienestar Familiar estudia si tomará en custodia a los menores que sobrevivieron del accidente.
Bogotá
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