Eduardo Montealegre lee hasta tarde, no habla del trabajo en su hogar y confiesa que no le gusta el edificio del búnker. Además, su obsesión es la paz.
Updated: enero 16, 2015 09:03 p. m.
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Eduardo Montealegre lee hasta tarde, no habla del trabajo en su hogar y confiesa que no le gusta el edificio del búnker. Además, su obsesión es la paz.
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