Una tutela en favor de los jiw ordena a la Agencia Nacional de Tierras hacer la delimitación, tarea que aún no se hace y podría derivar en un conflicto mayor.
Los jiw dicen que los “colonos”, como ellos los llaman, han avanzado corriendo los linderos y les han dañado sus cultivos al soltar el ganado.
Al problema de la falta de alimentos que vive esta etnia en el oriente colombiano, se está sumando poco a poco otra problemática que les impide vivir en paz: la pérdida de su territorio.
Los jiw son un pueblo indígena, del Guaviare y el Meta, que viven en las 68.200 hectáreas de sus resguardos, ubicados entre la espesa selva y los caudalosos ríos. Su población es de unas 2.300 personas, conformada en una gran mayoría por menores de edad y casi ninguno de ellos escapa a la desnutrición.
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Dicen que uno de los problemas radica en que han perdido sus cultivos. “Antes teníamos yuca, papa… ahora no tenemos nada”, explica William Parra, líder de alguaciles.
Los indígenas de esta comunidad responsabilizan de esta situación al ganado de los campesinos que tienen linderos con sus resguardos. Aseguran que los animales se comieron todos sus cultivos.
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Para defenderse, han ido capacitando a sus alguaciles, porque dicen que están dispuestos a defender su territorio a como dé lugar. Incluso hay algunos que ya se están armando.
La Defensoría del Pueblo ya evidenció el peligro que representa este enfrentamiento entre indígenas y campesinos y a través de una tutela, que ya salió a favor de los indígenas, exigió una intervención urgente del Gobierno.
Esta orden precisa que la Agencia Nacional de Tierras “en seis meses desarrolle unas labores para determinar cuántos colonos hay y delimite realmente el resguardo", explica el defensor del Pueblo, Jorge Negret.
Sin embargo, después de cinco meses aún no se ven las acciones que debe tomar el Estado, por lo que los jiw hacen una clara amenaza: "si no nos cumplen, hacemos paro entre todas las comunidades".
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Los indígenas hablan de más de 500 hectáreas perdidas de sus tierras, pero será el gobierno nacional el que determine realmente cuál es la dimensión del territorio que está en medio de la disputa, antes que un nuevo conflicto estalle.