¿Qué tan fácil es comprar en droguerías sedantes que usan delincuentes?

José María Jiménez, de 78 años, llegó a cobrar su pensión como todas las mañanas del primer día de cada mes, hasta un banco ubicado en el centro de Bogotá.
Un hombre lo abordó, empezó a hablarle y luego de ganar su confianza le preguntó información sobre su familia y vida privada. Luego de un corto tiempo lo invitó a tomar tinto en una cafetería.
"Lo vi como una buena persona. Nos sentamos en una mesa, sirvieron el tinto y seguimos charlando. En un momento me descuidé y quedé perdido", relató Jiménez.
El atracador aprovechó el estado del hombre para robarle el dinero de su pensión.
El ladrón huyó del sitio y José María cayó en un profundo sueño. Despertó dos noches después en el Hospital Santa Clara, uno de los centros especializados para atender este tipo de casos.
Los médicos antes de darlo de alta le dijeron algo que le llamo la atención.
"Le echaron fue muy poquito porque donde le echen más lo matan", relató.
En Bogotá, la mayoría de víctimas de la escopolamina llegan al hospital Santa Clara, ubicado en el centro de la capital del país. Según el cuerpo médico en lo que va corrido de este año ya suman 30 los casos.