Las menores, de un colegio de Bucaramanga, pudieron haber perdido la vida o requerir un trasplante de hígado.
Siguiendo un peligroso juego, las tres menores de 10 y 12 años que cursan quinto de primaria se retaron a consumir las 30 pastillas.
"Una de ellas solamente se toma 10 tabletas y suspende. Las otras dos niñas sí cada una se toman las 30”, reveló el director médico de la Clínica Chicamocha, Francisco Silva.
Las 3 niñas, una de nacionalidad venezolana, ya fueron dadas de alta y reciben asistencia psicológica.
Como este, las autoridades han identificado varios retos que ponen en peligro la integridad física y mental: “Lo que buscan es que el joven consuma alcohol o sustancias estupefacientes, se autolesione o realice prácticas íntimas, y aquí la invitación a los padres de familia a que generen una orientación, acompañamiento, control”, pidió el general Manuel Vásquez, comandante de la Policía de Bucaramanga.
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