La italiana Martina Trevisan, número 59 del ranking WTA, alcanzó sus primeras semifinales de un torneo Gran Slam el martes pasado, al ganar a la canadiense Leylah Fernandez (N.18) por 6-2, 6-7 (3/7) y 6-3.
La jugadora de 28 años se enfrentará a las estadounidense Coco Gauff (N.23), por una plaza en la final.
Pese a una reacción al final del segundo set, con una bola de partido salvada y una victoria en el 'tie break', Leylah Fernandez, 19 años, cometió demasiados errores no forzados (44) como para esperar clasificarse a su segunda final de Grand Slam, después de haber estado presente ya en la del último US Open.
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"En la primera bola de partido me puse muy nerviosa, pensé demasiado en que estaba a un solo punto de una semifinal", declaró Trevisan.
Las sorpresas se siguen dando en el cuadro femenino, ya que después de que solo una tenista del Top 10 siga presente en el torneo (la polaca Iga Swiatek, N.1 mundial), Fernandez era la segunda jugadora con mejor ranking y una de las pocas en haber jugado unas semifinales de un Grand Slam.
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Pero Trevisan ya había dado pistas de que se encuentra en un gran momento de forma y ha encadenado su décima victoria consecutiva, después de haber llegado a París con el título de Rabat en el último torneo antes de la cita parisina.
"Rabat fue muy importante, fue el primer torneo de mi carrera y eso me hizo llegar aquí con mucha energía", declaró la florentina de 28 años, que como mejor resultado hasta ahora en un Grand Slam eran los cuartos de final en Roland Garros en 2020, cuando alcanzó esta instancia después de haber jugado la previa y en la que fue barrida por Swiatek (6-3, 6-1), posterior campeona.
La historia de superación de Trevisan es conmovedora. La tenista italiana fue diagnosticada con anorexia en los primeros meses de enero de 2010. Esta condición la alejó de las canchas hasta mayo de 2014, un parón que pondría en riesgo la carrera de cualquier deportista.
“Me bastaba con ponerme de pie para preocupar a mi madre, que corría a recoger melocotones de los árboles sólo para verme comer algo”, afirmó la italiana en un su momento, a través de un blog.
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En diversas entrevistas, la jugadora oriunda de Florencia reveló detalles de su enfermedad y dejó en claro que puede ser superada. “La anorexia puede curarse. En mi caso, casi sin darme cuenta, me encontré de nuevo con una raqueta en la mano”, señaló Trevisan.
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