"Varios" aficionados húngaros no podrán entrar en estadios deportivos durante dos años, anunció la federación húngara de fútbol este jueves, después de que aficionados de este país se enfrentaran a la policía en Wembley, en el partido de las eliminatorias al Mundial-2022 contra Inglaterra el martes.
"Varias personas identificadas en el lugar por los agentes de seguridad fueron prohibidos de asistir a eventos deportivos durante dos años en virtud de las disposiciones de la ley (húngara) en el deporte", confirmó a la AFP Jeno Sipos, portavoz de la federación (MLSZ), sin precisar el número de aficionados afectados.
Incidentes violentos tuvieron lugar el martes, poco después del inicio del partido, en el seno de un grupo de unos 1.000 aficionados húngaros reunidos en un rincón del estadio. Una docena de ellos se enfrentó a los empleados de seguridad, obligados a alejarse antes de la llegada de policías armados con porras.
El incidente tomó mayor amplitud cuando la policía intervino para detener a un aficionado húngaro sospechoso de haber realizado un comentario racista hacia un empleado de seguridad.
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Los enfrentamientos continuaron durante varios minutos, antes de que la policía restableciera el orden.
Según Sipos, una investigación sigue en curso para identificar a otros aficionados.
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En septiembre, en la victoria de Inglaterra contra Hungría en Budapest, el partido se vio acompañado de cánticos racistas de aficionados húngaros contra Raheem Sterling y Jude Bellingham. Además, se lanzaron objetos contra los jugadores ingleses.
La selección húngara fue condenada como consecuencia de ello a jugar dos partidos en casa a puerta cerrada de competiciones FIFA, uno de ellos con sentencia firme.
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