Al presidente de la Federación Francesa de Fútbol Noël Le Graët no le quedaba otra salida: tras las polémicas declaraciones referentes a Zinédine Zidane del domingo, consideradas por muchos como un menosprecio a la leyenda gala, el veterano dirigente de 81 años tuvo que pedir disculpas.
"Quiero presentar mis disculpas por estas palabras que no reflejan en absoluto ni mi forma de pensar ni mi consideración por el jugador que era y el entrenador en que se ha convertido", aseguró Le Graët en declaraciones a la AFP.
Estas palabras llegan al día siguiente de las polémicas declaraciones referentes al exentrenador del Real Madrid y que le han valido multitud de críticas, tanto del mundo del fútbol como de la clase política.
Le Graët había afirmado el domingo en declaraciones a la radio RMC que a Zidane "ni le hubiera respondido al teléfono", un día después de renovar a Didier Deschamps hasta 2026 como seleccionador francés.
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Preguntado por si Zidane, que parecía la opción número 1 para reemplazar a Deschamps, lo había llamado en los últimos días, Le Graët se mostró contundente con la leyenda del fútbol galo.
"Ni le hubiera respondido al teléfono. ¿Para decirle qué, 'Hola señor, no se preocupe, busque otro club, acabo de alcanzar un acuerdo con Didier'?", señaló Le Graët.
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Mbappé contra su presidente
Ante un posible interés de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) por nombrar a Zidane como nuevo seleccionador de la Seleçao, Le Graët declaró que le "importa un bledo".
Zidane "puede hacer lo que quiera, no me concierne. No nos hemos encontrado y nunca nos hemos planteado separarnos de Didier Deschamps", añadió.
Estas palabras fueron consideradas por la mayoría como una "falta de respeto" hacia Zidane y exigieron disculpas al mandatario de 81 años.
La estrella de los 'bleus', Kylian Mbappé, reaccionó el mismo sábado. "Zidane es Francia, no se puede faltar al respeto a la leyenda así", escribió el jugador del PSG en Twitter.
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Y el diario deportivo 'L'Equipe' tituló su portada de este lunes con grandes caracteres: "Inaceptable".
También reaccionó la ministra de Deportes de Francia, Amélie Oudéa-Castera, que reclamó a Le Graet que se disculpara.
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"Es una vergonzosa falta de respeto, que nos ofende a todos, a una leyenda del fútbol y del deporte. Un presidente de la primera federación deportiva de Francia no debería decir eso. Le pido que se disculpe por estas palabras excesivas sobre Zidane", escribió la ministra en Twitter.
Este lunes, el Real Madrid lamentó "las desafortunadas declaraciones" de Le Graët a través de un comunicado: "Estas palabras suponen una falta de respeto hacia una de las figuras más admiradas por los aficionados al fútbol en todo el mundo y nuestro club espera una rectificación inmediata", exigió la entidad blanca.
Las críticas han surgido incluso desde dentro de la FFF. "Estoy inmerso en la incomprensión total", declaró Eric Borghini, miembro del comité ejecutivo de la federación francesa, incrédulo a las palabras de su presidente contra "un inmenso campeón, uno de esos franceses que hacen brillar a nuestro país y querido por todos, un símbolo increíble para nuestra juventud".
Denunciado por "acoso"
La salida de tono con Zidane fragiliza aún más la posición del patrón del fútbol francés, cuyo mandato expira a finales de 2024, que en los últimos meses se ha enfrentado a denuncias por "acoso" y por comportamientos "inapropiados" lanzadas por extrabajadores de la FFF y que le máximo dirigente siempre ha negado.
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Técnicamente, el poder político no tiene posibilidad de destituir al mandatario futbolístico, injerencias que castiga duramente la FIFA, pero existe "un sentimiento de hartazgo" en las más altas esferas políticas, admite el entorno del presidente Emmanuel Macron.
"Se le han cruzado los cables", declaró una fuente gubernamental, admitiendo "un nivel de consternación bastante elevado" tras las palabras contra Zidane, considerado uno de los símbolos de la República y una de las personalidades más queridas por los franceses.
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La fractura entre el gobierno y Le Graët se acentuó durante el reciente Mundial de Qatar por el apoyo del dirigente deportivo al país árabe como organizador de la competición, pese a las denuncias por incumplimiento de los derechos fundamentales, y la negativa del mandatario a alinearse con otros países occidentales para levar a cabo campañas de apoyo a colectivos perseguidos como el LGTB+ y los inmigrantes.
Todo ello llevó incluso a Le Graët a poner en cuestión la presencia de Macron en Doha para asistir a los últimos partidos de los 'bleus', según una fuente gubernamental.