El conjunto lisboeta aprovechó el tropiezo del Porto de Julen Lopetegui en el estadio del Belenenses, donde apenas pudo lograr un empate (1-1) que dejó a los ‘dragones' sin opciones de remontar los tres puntos y la diferencia de goles que el Benfica mantiene a su favor.
El Benfica suma así su segundo título liguero consecutivo, algo que no lograba desde hace 31 años, y consolida su estatus de club más laureado de la historia de Portugal con 34 trofeos, frente a los 27 del Porto y los 18 del Sporting.
Las ‘águilas' salieron al terreno de juego con la victoria en mente, sabiendo que les garantizaba el campeonato fuera cual fuera el resultado conseguido por el Porto, frente a un Guimarães que luchaba por alcanzar un cuarto puesto que podría ahorrarle jugar la eliminatoria de acceso a la Liga Europa.
El Benfica empezó el partido con fuerza y estuvo cerca de anotar en varias ocasiones durante los primeros treinta minutos del encuentro, especialmente gracias a una clara ocasión del brasileño Jonás en el minuto 32, cuando sólo tenía que empujar el balón a portería y lo envió fuera.
Aunque el Guimarães consiguió recomponerse después, el conjunto de Jorge Jesús siguió dominando el partido sin conseguir alcanzar la portería.
En el minuto 44, el gol anotado por Jackson Martínez para el Porto inquietó a los benfiquistas, sabedores de que si los blanquiazules vencían en Restelo la liga tendría que decidirse en la última jornada.
La euforia llegó casi al final de la segunda parte, cuando el gol del Belenenses que dejaba al club encarnado como campeón era festejado con entusiasmo por los seguidores de las ‘águilas' que acudieron al Estadio del Guimarães.
Con los benfiquistas coreando "¡campeones!" desde la grada, los futbolistas del club lisboeta disputaron impacientes los seis minutos de prolongación que añadió el árbitro y tras los que se encontraba el premio de la temporada.
Se proclamó campeón un Benfica diferente al que venció la liga el año pasado, con Jorge Jesús obligado a hacer funcionar un equipo con numerosas caras nuevas.
La marcha de Jan Oblak al Atlético de Madrid dejó la portería en manos del veterano brasileño Julio César, quien no defraudó, mientras que el también brasileño Luisão, eterno capitán, volvió a liderar la defensa encarnada junto a su compatriota Jardel.
La delantera brasileña formada por Lima y Jonás, arropados por su compatriota Talisca y por el argentino Salvio, garantizaron varias goleadas al Benfica, que anotó en todos los partidos disputados en casa a excepción del "clásico" frente al Porto.
Las ‘águilas' lideraron la tabla liguera desde la quinta jornada, beneficiadas por la temprana eliminación durante la fase de grupos de la Liga de Campeones -quedó último del grupo C- lo que les permitió centrar sus esfuerzos en el campeonato nacional.
Claves fueron los resultados obtenidos en los enfrentamientos directos con el Porto, con una victoria por 0-2 en Do Dragão y un empate a cero en La Luz que otorgaron al Benfica una importante ventaja que no desaprovechó.
Los ‘dragones', con compromisos europeos hasta hace menos de un mes -fue eliminado en cuartos de final de la Liga de Campeones por el Bayern de Múnich-, terminarán la temporada en blanco.
El Benfica todavía puede conseguir un doblete esta temporada si vence la final de la Copa de la Liga, un trofeo menor, que jugará frente al Marítimo el próximo 28 de mayo.