
Colombia, tierra de atletas: María Paula Barrera, la nadadora paralímpica con más de 100 medallas

Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Con su talento, esta vallecaucana ha conquistado diferentes competencias en el mundo y dejado el nombre del país en lo más alto.
En el agua, la nadadora paralímpica María Paula Barrera se siente como pez, aunque en algunos momentos de su vida la hicieron sentir fuera de lugar.
"Pero como todo se define en el agua, al final, incluso, había personas que ni siquiera se daban cuenta que yo tenía alguna discapacidad”, dice.
Esta deportista de Cali, desde muy niña y por recomendación médica, empezó a nadar.
"De pequeña me hicieron una cirugía y buscaban una forma de terapia alternativa, que no fuera solo en un centro médico. Ahí fue cuando descubrimos la natación, mi hermano la empezó a entrenar y, como es un deporte tan completo, pensamos que era lo mejor", afirma.
"Llega a un club convencional, donde básicamente empieza sus primeros pinitos en natación”, asegura su entrenador, Carlos Amaya.
Y es que su pierna izquierda no se desarrolló completamente durante su gestación. Por eso, lo que empezó como una terapia rápidamente se convirtió en una pasión, que la ha llevado a lo más alto del podio con la bandera de Colombia.
"En convencionales, llegué a ser selección Valle, pero en la parte paralímpica participé en una competencia al final del 2013 y, al siguiente año, ya me estaban llamando para selección Colombia”, comenta.
A sus 12 años de edad ya se destacaba a nivel internacional. Hoy, con 18 años, cuenta con más de 100 medallas, las mismas que le han generado la admiración y apoyo incondicional del Ministerio del Deporte.
"Se ve el apoyo desde la parte económica y también de sicología, nutrición, todo lo que tiene que ver con la parte médica", anota la deportista.
María Paula hace poco culminó su bachillerato en el Colegio Pio XII, de donde se graduó con honores. “Desde que tengo memoria he practicado natación y he respondido académicamente bien”, anota.
Ahora, aprovecha su tiempo para entrenar el doble, pues su meta son los Juegos Paralímpicos Tokio 2020. "Mi plan hacia el futuro es seguir con el deporte por el mayor tiempo posible".
De niña, siempre escuchó a sus padres y médicos decir que no caminaría.
"Muchos médicos se sorprenden de ver que yo, sin mi órtesis, puedo caminar sin ninguna ‘dificultad’, entre comillas, y eso se debe principalmente al deporte", sostiene.
Sin embargo, sus piernas la fortalecieron más y, ahora, camina llena de triunfos por una tierra de atletas.