Jordi Cruyff, nuevo integrante del área de fútbol del Barcelona, aseguró tras firmar su contrato con el club catalán que piensa que en su nuevo papel de asesor puede "ayudar en muchas facetas".
"En mis últimos años he estado pisando muchos sitios diferentes, muchos continentes diferentes, muchas experiencias diferentes. Banquillo, despacho... Y mi intención es venir aquí a ayudar, a colaborar con los que ya hay", explicó el hijo de Johan Cruyff a los medios del club.
En el Barcelona, Cruyff hará de asesor en el área de fútbol a partir del 1 de agosto y así estará a las órdenes del secretario técnico Ramon Planes y de Mateu Alemany, el director de fútbol desde que Joan Laporta ganó las elecciones a la presidencia.
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"Hace 25 años que me marché. Es un recorrido muy largo. Venir aquí lo siento un poco como volver a casa. Creo que también la sensación de conocer bien la casa me ayudará mucho en el día a día, en el trabajo, y la motivación es enorme, porque es un club muy especial para mí y para mi familia", dijo.
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Jordi Cruyff habló del "claro vínculo" de su padre y de su familia con el Barça, pero reivindicó su pasado azulgrana y sus capacidades para ocupar el nuevo cargo que le ha sido asignado y por el que ha renunciado al banquillo del Shenzen FC chino.
"Me gustaría ser Johan Cruyff, pero creo que todo el mundo ya entiende que él era un hombre inmortal. Pero pienso también que podemos ayudar en muchas facetas, porque cuando has estado en muchos continentes diferentes, con diferentes dificultades y locuras que te vas encontrando, te ayuda a estar mucho más preparado", indicó.
Cruyff tuvo palabras de agradecimiento para el Shenzen por haberle permitido fichar por el Barça de Laporta, gran amigo y discípulo de su padre, pese a que él estuvo relacionado durante la campaña electoral a otro candidato a la presidencia, Víctor Font.
"El Barça era el único club del mundo que si me llamaba me haría coger el avión de vuelta", concluyó.