América de Cali atraviesa una de las crisis más difíciles de los últimos años en la Liga BetPlay II-2025. Los resultados no han acompañado al equipo, que se encuentra en el fondo de la tabla de posiciones, situación que derivó en la salida del entrenador argentino Diego Gabriel Raimondi. Aunque su reemplazo, David González, parece ser el elegido para tomar las riendas del club, la confirmación oficial aún no ha llegado, lo que aumenta la incertidumbre en el entorno ‘escarlata’.
La hinchada, históricamente fiel y apasionada, decidió alzar su voz de protesta contra las directivas del club, a quienes responsabilizan de la difícil situación deportiva e institucional. Lo que se esperaba que fuera una fiesta en el clásico vallecaucano frente a Deportivo Cali, correspondiente a la fecha 10 del campeonato, se vio marcado por la ausencia de público en las tribunas del estadio Pascual Guerrero.
Las imágenes y videos que circularon rápidamente en redes sociales mostraron un escenario con baja asistencia, algo inusual para uno de los partidos más importantes del fútbol colombiano. Además, los alrededores del escenario deportivo fueron testigos de una marcha simbólica organizada por aficionados de la ‘mechita’, que obligó al desvío del tráfico en varias vías principales de Cali.
La movilización, que contó con acompañamiento de la Alcaldía a través de sus gestores de cultura ciudadana y de paz, así como de la Policía Metropolitana y agentes de tránsito, se desarrolló en medio de un ambiente pacífico, pero con un mensaje contundente hacia la dirigencia del club.
La voz de las Barras Unidas
La protesta estuvo motivada por decisiones tomadas recientemente por las Barras Unidas del América, colectivo que reúne a diferentes agrupaciones de hinchas. En un comunicado difundido a través de sus canales oficiales, anunciaron que no ingresarán más al Pascual Guerrero “mientras la familia Gómez Giraldo continúe al frente de la institución”.
El pronunciamiento de los aficionados también dejó en claro tres medidas principales: mantener manifestaciones pacíficas en las calles de Cali, abstenerse de asistir a los partidos en condición de local y respaldar la designación de Alexander Escobar como director técnico en propiedad, siempre que se plantee un proyecto deportivo sólido y sostenible.
“La administración ha perdido el respeto por la hinchada”, señaló el comunicado, subrayando que los dirigentes actuales no están a la altura de la historia y tradición del América de Cali. Este mensaje refleja el desgaste en la relación entre la directiva y los seguidores, que reclaman una gestión más seria y transparente.