El PSG ha completado tres partidos oficiales (dos de Ligue 1 y la Final de la Supercopa) esta temporada 2015/16. En los tres se ha demostrado lo lógico: la superioridad del PSG sobre el resto de equipo a nivel nacional. Es que no está de más decir que este equipo es dominante y supremo en defensa posicional, ataque organizado y transición tanto defensiva como ofensiva en Francia. No hay ningún equipo, quizá ahora el Olympique Lyonnais con el salto de calidad de Rafael y Valbuena, quien pueda competir mano a mano el título local más gordo. Los dirigidos por Laurent Blanc han ganado de cara a este curso competencia en el arco para Salvatore Sirigu, rotación aceptable para Thiago Motta y la calidad natural imperiosa desde el extremo. Es decir, Kevin Trapp, Benjamin Stambouli y Ángel Di María, respectivamente. Sobre todo hacer énfasis en el fichaje del argentino. Salvo Blaise Matuidi, el Paris Saint-Germain se ha caracterizado, en clave Copa de Europa, por un ritmo asociativo pesado y carencia de vértigo en estático. Di María viene a reparar esto. Ángel está capacitado, luego de su gris paso por Old Trafford, en montar a los parisinos a la cima de la competición internacional más prestigiosa del planeta fútbol: la Champions League. Sin embargo, las sensaciones del PSG son buenas. Un equipo estable en fase defensiva, más sólido en la defensa del área, administrando mejor las posesiones y menos dependiente del virtuosismo de Ibrahimovic. ¿Por qué menos del sueco? Aurier con su profundidad y Lucas Moura con su determinación se han sumado a la dinámica del club, de la cual no hicieron parte el año pasado. Y el club lo nota, pues son dos perfiles de futbolistas distintos y que cumplen con un rol débil otrora: van der Wiel sin actuaciones corales y la insuficiencia de un atacante puro de banda. En definitiva, el Paris Saint-Germain ha sumado calidad y talento a las comunes piezas claves en posiciones o recursos futbolísticos que sí o sí veían forzosos. Falta que se agregue Di María a la fiesta y empiece a dotar de resolución al invencible comando de Blanc. Estaba la necesidad de competir mejor en Europa. En Twitter: @RicardoPinilla4
Actualizado: enero 25, 2017 11:46 a. m.