Pasó lo creíble, no lo increíble: Junior goleó 3-0 a Millonarios y logró su paso a la final gracias al acierto en los penaltis, en los que falló el as Máyer Candelo. Hasta ahí llegó lo que supuestamente todos debíamos anhelar, la disputa del título entre los dos equipos más tradicionales de la capital, la disputa épica, la contienda extraordinaria. Pero ahora que Millonarios ya no está, que ya se fue, habría que preguntarse si los medios nos equivocamos al hablar tanto de lo hipotético, al ilusionar propagandísticamente, al mejor estilo de Joseph Goebbels , a los hinchas con una final que se desvaneció más pronto de lo que la mayoría aparentemente imaginaba. Ese fue el primer error de muchos otros. Se erró al hablar de finales de “ensueño” o “merecidas”, lo cual faltó a la verdad y nos hizo caer, una vez más, en el equívoco de la generalización del lector, espectador, oyente y televidente. No pude ir al estadio El Campín este miércoles (me salvé del aguacero y los trancones), pero personas que sí soportaron en vano la lluvia confirman que el hincha santafereño no esperaba con total gracia a Millonarios en la final. Si fuera así no hubiera tronado en las gargantas la celebración tras el gol de penalti de Carlos Bacca, el de la clasificación de Junior. Fuera del estadio había mucha gente que tampoco quería esa final. Familias que viven cerca del estadio temían lo que pudiera pasar por culpa de un gol o una derrota. En la celebración del campeonato la ciudad pudo quedar peor de lo que está, lo cual ya casi parece imposible, y en la decepción de la caída la situación pudo tornarse fatal o muy violenta. El deseo estuvo más en la propia prensa que en el hincha o en los propios jugadores (nunca vi a Millonarios confiado, al menos no con sus declaraciones previas al partido en Barranquilla). Según la urna virtual de Noticias Caracol y El Espectador, el voto que ganó por la posible final fue Millonarios-Once Caldas (40.65%), no Santa Fe-Millonarios (38.34%). Nunca hubo consenso, no en 3412 votos. ¿Se falló por ‘exceso’ de subjetividad en esta oportunidad? Pues no hay duda de que la final entre Millonarios y Santa Fe era perfecta para vender un producto informativo, aun a expensas de tener que centralizar el contenido. Era llamativa y en eso no había nada de malo. La falla estuvo en publicar propias pasiones aprovechándose de las ajenas. Cabe un segundo lunar: hay muchos periodistas hinchas de Millonarios al frente de los medios de comunicación que no intentan siquiera mostrar algo de imparcialidad. A otros simplemente se les escapan sus vocaciones o les conviene que sus equipos ganen. Pasa aquí y en todo el mundo. El mejor ejemplo es que si le va bien a la selección Colombia, nos va bien a todos. En los medios, quiero decir. La realidad finalmente nos ha vuelto a aterrizar. Junior no era imposible y no lo fue. El “premio a una afición como la de Millonarios y Santa Fe” tendrá que esperar un poco más de “merecimiento”. Soy escéptico y creo que ese tipo de manejo en la información deportiva no cambiará pronto en nuestro país. Usted lo puede palpar ya mismo cuando se habla de “apoyo total” de la afición de Junior ante Millonarios cuando en realidad fueron 17.358 espectadores al Metropolitano. Hubo apoyo y muy valioso, sí, pero no se me antoja absoluto. Ahora aparecen muy acomodados los colegas periodistas que se la pasan felicitando a los finalistas y luego hablan de “justos” títulos. Puede que sea verdad, el problema está en que en todos los campeonatos, año tras año y con cualquier ciudad y equipo, dicen lo mismo. Me parece que eso solo es para tratar de quedar bien con los campeones de turno y sus seguidores. Sacan pecho sólo en las buenas, como los malos amigos. En Twitter: @javieraborda
Actualizado: enero 25, 2017 02:44 p. m.