Un gol del jovencísimo Kobbie Mainoo a los 97 minutos permitió al Manchester United reencontrarse más de dos meses después con la victoria fuera de casa, tras imponerse este jueves por 3-4 al Wolverhampton, en un encuentro en el que los 'diablos rojo' parecían condenados al empate tras ver como apenas dos minuto ante el portugués Pedro Neto establecía el 3-3 en el marcador.
Eléctrico final de partido que dejó en su segundo plano la redención del delantero Marcus Rashford que se redimió de la crisis provocada por su salidas nocturnas con el gol que abrió la victoria para los visitantes.
"Marcus ha reconocido su responsabilidad, así que caso cerrado", señaló el técnico neerlandés del Manchester United , Erik Ten Hag, al ser cuestionado en la previa por la titularidad de Rashford, tras quedarse fuera de la convocatoria el pasado domingo en el encuentro copero ante el Newport.
La forma en la que Ten Hag castigó la ausencia del entrenamiento del viernes del internacional inglés, que alegó enfermedad para no acudir a la práctica.
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Una excusa que rápidamente se mostró falsa tras difundirse por las redes sociales varias imágenes que demostraban la presencia de Rashford en una discoteca de Belfast la noche anterior.
Toda una crisis, la enésima en el conjunto mancuniano en la presente temporada, que no impidió a Erik Ten Hag contar con Marcus Rashford en el once inicial ante el Wolverhampton dadas las urgencias clasificatorias de los 'diablos rojos' que no podían permitirse más fallos si no querían alejarse peligrosamente de las plazas europeas.
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Un apuesta que no pudo salir mejor al preparador neerlandés que vio como a los cinco minutos de juego establecía el 0-1 al culminar con un preciso remate una dejada en el área del danés Rasmus Hojlund.
Ventaja que el United, que no ganaba en Liga fuera de casa desde el pasado 26 de noviembre cuando se impuso por 0-3 en el campo del Everton, dobló diecisiete minutos más tarde, en el 22, en una jugada en la que Rashford volvió a tener un papel decisivo.
En este caso como asistente tras retener el balón en el área hasta el momento oportuno para ceder el balón al lateral Luke Shaw que tras llegar a la línea de fondo sirvió una pelota perfecta para que Hojlund entrando con todo firmase el 0-2.
Un resultado que pareció desatar al Manchester United que dispuso de varias claras ocasiones para dejar sentenciada la contienda en la primera mitad, pero unas veces la falta de acierto, como en un cabezazo de Casemiro que incomprensiblemente no acabó en gol, y otras el asistente, que anuló hasta dos goles, uno a Hojlund y otro a Casemiro, impidió que se moviese el marcador.
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Falta de puntería que a punto estuvo de costar muy caro a los 'diablos rojos' que vieron como a los 71 minutos el español Pablo Sarabia acortaba las distancias (1-2) al transformar un penalti cometido por Casemiro sobre Pedro Neto.
Un susto del que el Manchester United pareció rehacerse cuatro minutos más tarde con el tanto del centrocampista escocés Scott McTominay, que en uno de los primeros balones que tocó tras sustituir al brasileño Casemiro, firmó de cabeza a los 75 minutos el 1-3.
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Pero ni así se libraron de apuros los de Ten Hag, que pecaron de falta de oficio en unos minutos finales en los que el Wolverhampton igualó la contienda con los goles de Max Kilman, que estableció en el 85 el 2-3, y el portugués Pedro Neto que firmó en el 95 el 3-3 tras culminar un contraataque.
Dos golpes a los que logró sobrevivir y, de qué manera, el Manchester United gracias al tanto del jovencísimo centrocampista Kobbie Mainoo, de tan sólo 18 años, que anotó en el minuto 97 el definitivo 3-4 con un potente y preciso remate con el que culminó una gran acción individual.