El mediapunta argentino Oscar Trejo, que cumple su novena temporada en el Rayo Vallecano,
está teniendo un papel secundario esta campaña en el equipo madrileño, con el que no está teniendo minutos en este último tramo decisivo en un momento en el que además tiene que decidir si sigue o no el próximo curso.
Trejo es un líder en el Rayo, pero esta temporada, más que sobre el césped, lo está siendo desde el banquillo y dentro del vestuario. A sus 37 años alarga su segunda etapa en el equipo. La primera fue en la campaña 2010/2011 y la segunda comenzó en 2017.
Ha vestido la camiseta franjirroja en 315 partidos, ha marcado 44 goles y por su actitud, compromiso y personalidad es uno de los ídolos de la afición vallecana.
El jugador argentino tiene una oferta de renovación desde hace un par de meses. Así lo confirmó hace unas semanas su presidente, Raúl Martín Presa, que considera que Trejo se ha "ganado por su rendimiento" la continuidad, pese a que su papel sobre el césped es cada vez más residual.
Esta temporada solo ha sumado 783 minutos, repartidos en veinte partidos entre Liga y Copa del Rey y solo diez como titular. Unos números muy inferiores a los de otras temporadas, en los que era uno de los jugadores más utilizados.
En este último tramo de temporada, en el que su equipo se juega la clasificación para competición continental, no está gozando de minutos. Su último partido fue en la jornada 30, cuando disputó los últimos cinco minutos ante el Espanyol. Desde entonces cinco encuentros y todos sin jugar.
Trejo es uno de los futbolistas más comprometidos del Rayo. Tal es su compromiso con el barrio y los valores que representan y definen a su gente que el 1 de octubre de 2023 decidió renunciar a la capitanía por "muchísimos motivos, pero el principal es no coincidir en la metodología ni el trato a los trabajadores y a los aficionados, la materia prima que realmente hace importante y diferente a este club".
El argentino ya había mostrado en anteriores ocasiones su desacuerdo con el trato a la afición en temas como los abonos, el ERTE que sufrieron los trabajadores del club hace un tiempo o algunos roces con la directiva al tener un diferente puntos de vista de la gestión de asuntos que afectan a la plantilla.
En poco más de mes y medio, el 30 de junio, acaba contrato. Nadie sabe si la próxima temporada seguirá en el equipo, una decisión que el club quiere que se resuelva antes de acabar la competición liguera.