Noussair Mazraoui se mantiene en el Bayern Múnich, que respetó su libertad de expresión

El defensa marroquí del Bayern Múnich, Noussair Mazraoui, no será suspendido por sus mensajes en las redes sociales sobre el conflicto entre Israel y Hamás, anunció el campeón de la Bundesliga este viernes.

Tras el ataque sorpresa de Hamás a Israel el 7 de octubre, que desató una guerra con miles de muertos, el defensa marroquí publicó varios mensajes propalestinos, después suprimidos, en los que hacía un llamamiento a la "victoria" de los "hermanos oprimidos en Palestina".

En un comunicado, el Bayern indicó haber tenido "una conversación detallada y esclarecedora" con el jugador debido a sus 'posts' en Instagram, "que provocaron irritación y críticas". Mazraoui "aseguró de manera creíble que rechaza el terrorismo y la guerra" y "lamenta si sus 'posts' provocaron molestias", declaró Jan-Christian Dreesen, director general del club.

"Condeno toda clase de ataques terroristas y toda organización terrorista", añadió Mazraoui, citado en el comunicado. El internacional marroquí fue reintegrado en el equipo, pero no está disponible debido a una lesión sufrida en un partido con su selección.

"Estoy muy contento de la declaración del club, la apoyo al 100%, incluido en el plano personal", declaró este viernes el técnico del Bayern Múnich Thomas Tuchel.

"El vestuario está lejos de las diferencias religiosas y culturales, es siempre un lugar donde se puede trabajar pacíficamente hacia un objetivo común", añadió. El Mainz, adversario del Bayern el sábado, sí suspendió a su jugador Anwar El Ghazi por una duración indeterminada por declaraciones "inaceptables" en las redes sociales sobre el conflicto.

Al menos 1.400 personas murieron en Israel, la mayor parte civiles asesinados el 7 de octubre, día del ataque de Hamás, que además secuestró a unas 200 personas, según el Estado hebreo. El ejército israelí dijo además que mató a unos 1.500 combatientes de Hamás infiltrados en su territorio.

Los ataques de Israel en la Franja de Gaza, en represalia por el ataque de Hamás, han dejado más de 3.700 muertos, en su mayoría civiles, según las autoridades del enclave, gobernado por el movimiento islamista palestino.