Darse el gustico con la colombiana tiene su precio. Y no es en el vestuario de la alcoba sino en el del Nou Camp donde Piqué paga caro su relación con la reina Isabel, con Isabel Mebarak Ripoll, verdadero nombre de Shakira. Hastiados ya algunos jugadores del Barcelona con la historia rosa, el técnico Guardiola le dijo al defensor que acabara con el ‘wakarumor’ de inmediato. Él asintió y aceptó cuidarse de escándalos y francachelas. Prometió concentrarse, jugar mejor con la pelota y no 'empelota'. Después aparecieron, quien sabe si por complacencia de los interesados o por la cacería mediática, unas fotos por las que se habían llegado a ofrecer 100 mil euros. En la primera imagen, Shakira y Piqué en una fiesta. Luego, ya cogiditos de la mano. Piqué es buen jugador, aunque no el mejor en su posición. Tiene un récord interesante a sus cortos 24 años: es uno de los cuatro futbolistas (junto con Marcel Desailly, Paulo Sousa y Samuel Eto'o) en ganar la Champions dos años seguidos con equipos diferentes. En su caso, con el Manchester United (2008) y el Barcelona (2009). Piqué es campeón del mundo y bujía del mejor conjunto catalán de la historia. Cuenta sus méritos para halagarse de futbolista. Antes de saberse su historia con Shakira se le veía, sin embargo, más fresco, más natural en la cancha. Las caderas no mienten y las cámaras, que tanto están hoy sobre él, tampoco. Piqué ya fue silbado en casa por su bajo rendimiento en un reciente juego contra el Athletic. Debe mejorar. Algunos shows amorosos de los jugadores cansan al aficionado y este es uno de ellos. Es como ver a Beckham o Cristiano Ronaldo más preocupados por cumplir con su metrosexualidad que por hacer un gol. Piqué va, infortunadamente, rumbo a ese destino. Y eso que casi no hace goles ni es un crack. Una gran prueba de ello es que acaba de fichar por Mango para ser su nueva imagen. Posa como modelo de la línea masculina, mientras Scarlett Johansson lo hace a la otra orilla. … ¿Piqué? Lástima, ya no es solo el jugador. Recuerdo el gol que le hizo al Inter en la pasada semifinal de la Champions, cuando dejó desparramado a Iván Ramiro Córdoba en el área, pero también la imagen que acompaña este texto. Ese es otro. Es ahí cuando pienso que Piqué en realidad no se tira a Shakira como muchos envidiarían, sino que esa relación está produciendo todo lo contrario. En Twitter: @javieraborda
Actualizado: enero 25, 2017 02:42 p. m.